La primera reacción del Govern de la Generalitat de Catalunya ante la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a devolver las pinturas murales del Monasterio de Santa Maria de Sixena en su emplazamiento original, tal como reclamaba Aragón desde décadas atrás, ha sido pedir "prudencia". Así lo ha manifestado el conseller de Presidència, Albert Dalmau, en su llegada a una reunión en Madrid para preparar la Conferencia de Presidentes que tendrá lugar en Barcelona a principios de junio. Dalmau ha asegurado que ahora el Govern de la Generalitat analizará la sentencia del Supremo, que no da "ninguna validez" al documento-contrato que firmó la priora del monasterio de Sant Joan de Jerusalén a Valldoreix (Sant Cugat), donde se habían trasladado las monjas de Sijena después de abandonar el monasterio en Aragón, con el Govern de la Generalitat en 1992 porque "no tenía la representación del monasterio de Sijena". Minutos después del conseller Dalmau ha comparecido la titular de Cultura, Sònia Hernández, que se ha manifestado en unos términos muy similares y ha asegurado que los servicios jurídicos están analizando la sentencia. 

Preservar las pinturas, la prioridad del Govern 

Con todo, sin embargo, el conseller también ha advertido que el Ejecutivo liderado por Salvador Illa no tomará "ninguna decisión que pueda perjudicar el mantenimiento y la integridad de las pinturas" expuestas ahora el MNAC, poniendo por delante su conservación. En este sentido, el número 2 de Illa en el Govern ha recordado que en el pasado numerosos expertos ya se habían pronunciado advirtiendo de los riesgos que podrían suponer por las obras un posible traslado. La consellera de Cultura ha reiterado la misma ida, asegurando que la "prioridad del Govern y del MNAC es preservar el patrimonio", haciendo referencia a los estudios que apuntan al hecho que trasladar e instalar las pinturas sin dañarlas es "imposible". 

Los técnicos del Departament de Cultura han ido argumentando que el importante conjunto patrimonial podría sufrir daños irreversibles en este caso; el mismo MNAC apuntaban en el 2016 que los riesgos eran "extremadamente altos y que las pinturas podrían quedar dañadas, ya que son extremadamente frágiles y muy sensibles ante cualquier cambio en el entorno. El informe más destacado era el de la doctora Simona Sajeva, directora de un estudio sobre la ingeniería aplicada a la conservación de obras de arte que determinaba que era imposible hacer el traslado sin dañar "irremediablemente y de manera objetiva" el material.

Reproches de Junts a Illa por su "silencio"

Hace solo unos meses, el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, reprochó al president de la Generalitat que no hubiera posicionado en contra del "espolio" de las obras de Sixena y la situación que sufría el exconseller de Cultura en el exilio y ahora diputado en el Parlament, Lluís Puig. Estas críticas las pronunció de hecho, justo antes de que empezara el juicio contra Puig poreste caso. Finalmente, el TSJC lo absolvió del delito de desobediencia por no haber entregado voluntariamente las 44 piezas del monasterio de Vilanova de Sixena que había en el Museo Diocesà de Lleida y que se llevó a la Guardia Civil de madrugada y en plena aplicación del artículo 155. Este martes, Puig y Carles Puigdemont han asegurado que se trata de un "despropósito".