Abierto a pactar con Vox, dispuesto a aliarse con un PSOE sin Pedro Sánchez y condicionando los acuerdos con Junts. En la clausura del congreso del PP, que lo ha reelegido como presidente del partido con el 99% de los votos, Alberto Núñez Feijóo ha dejado clara su hoja de ruta para llegar a la Moncloa en el escenario posterior a unas futuras elecciones generales: apuesta por gobernar en solitario, pero no descarta un entendimiento con Santiago Abascal, se abre a alcanzar grandes acuerdos con los socialistas y acepta sumar con el independentismo si no se sobrepasan los límites de la Constitución. Eso sí, ha rechazado de plano que las “minorías” sean las que “marquen el rumbo de la nación” y “mucho menos si persisten en destruir la propia existencia de España”. “Yo no voy a dar al independentismo lo que no quiero y no puedo”, ha asegurado. Y ha presentado dos líneas de actuación con Junts: “Claridad y vigilancia”. Acto seguido lo ha desarrollado: “No me dedico a engañar a nadie, tampoco a ellos. Fuera de la ley y la Constitución, nada de nada. Yo no voy a consentir más desafíos a nuestro país”.
🔴 Congreso del PP, DIRECTO | Ayuso y Feijóo cierran el cónclave popular
📝 Ayuso, en la clausura del congreso del PP: “Va a volver el golpe en Catalunya y nadie les va a poder detener”
El líder del PP ha mostrado su predisposición a un gobierno en solitario, pero ha rechazado establecer un cordón sanitario a Vox: “Es la tercera fuerza política de este país, sus votantes merecen un respeto y yo no estoy dispuesto a arrinconarles”, ha justificado. “Solo hay dos opciones: o Sánchez o yo. No hay más. Y yo quiero un Gobierno en solitario. El único gobierno en coalición que ha habido hasta la fecha [del PSOE con Unidas Podemos o Sumar] no ha funcionado y yo no quiero darle a mi país los mismos espectáculos que vemos cada martes en el Consejo de Ministros”, ha esgrimido. Y también ha abierto la puerta a entenderse con los socialistas en el futuro: “Con este PSOE, es imposible pactar. Con el sanchismo, no se puede acordar, lo sé por experiencia. Eso no significa renunciar para siempre a recuperar los consensos para los asuntos que lo requieren”, ha argumentado. Y el único cordón sanitario que ha puesto ha sido a Bildu.
En su discurso, de 45 minutos, Alberto Núñez Feijóo ha acusado a Pedro Sánchez de intentar “quebrar deliberadamente la convivencia entre los españoles”, de “bloquear la concertación política para aprovecharse del enfrentamiento”, de “someter a España en las minorías en todo” y de “retorcer la Constitución y violentar en su propio provecho el principio de legalidad”. Además, se ha comprometido a convocar elecciones si el Congreso tumba sus presupuestos y si su mayoría “cae”. “No tengo ningún miedo a que la gente hable en las elecciones”, ha justificado. También se ha comprometido a reformar las leyes del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional y el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal para “garantizar que no haya comisarios políticos nunca más”.
“No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas”
“Este es el acto fundacional de un nuevo tiempo”, ha reivindicado en el principio de su intervención. Y ha hecho autocrítica respecto al clima de euforia que rodeaba Génova antes de las elecciones del 23J apelando a no repetir los mismos errores: “Si algo sacamos en claro hace dos años es que, frente a un adversario que solo conoce la ley de su propia ambición y desesperación, no cabe el descuido y el exceso de confianza”. “No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas. La única sonrisa que vale es la de las urnas. Esto exige hacer las cosas bien hasta el último día”, ha reclamado.
“Garantizar que todos los niños españoles puedan ser educados en español”
Alberto Núñez Feijóo ha aprovechado su discurso para poner encima de la mesa sus diez tareas prioritarias en sus primeros cien días como presidente español. Hay dos que sobresalen. Por un lado, se ha comprometido a impulsar una Ley de Lenguas para “garantizar que todos los niños españoles puedan ser educados en español”. “Respetando por supuesto las lenguas cooficiales para conseguir ese equilibrio y esa cordialidad”, ha añadido. En el terreno lingüístico, el PP ha aprovechado el congreso para multiplicar la ofensiva contra el catalán con retoques en su Ponencia Política. Su hoja de ruta para los próximos años apuesta por “cumplir las sentencias judiciales” sobre el 25% de castellano y elimina la defensa de que la lengua sea un “mérito para acceder a la función pública”. En su lugar, se ha añadido que los “requisitos lingüísticos no pueden limitar las libertades en amparo de los derechos fundamentales de todos”. Feijóo también prohibirá el uso del catalán en la Conferencia de Presidentes.
📝 El PP reniega del catalán como mérito en la función pública y garantizará la educación en castellano
Por otro lado, en su discurso, el líder del PP ha abogado por reducir la inmigración ilegal. “¿Cómo lo ilegal va a tener garantías? ¿Cómo lo ilegal va a tener derechos?”, se ha preguntado. Y ha navegado entre dos aguas: “El rechazo el discurso del odio no puede implicar silencio ni descontrol. A quien viene a sumar, trabajar y con reglas, bienvenido. A quien viene a otra cosa, le diremos con claridad: aquí no”. Y se ha ganado una sonora ovación del auditorio puesto de pie.
Las otras ocho tareas prioritarias en sus primeros cien días en la Moncloa
¿Y qué más propone Feijóo?
- Regeneración democrática e institucional
- Aprobar el Plan de Vivienda del PP en el primer Consejo de Ministros: “Ya está bien de vender casas que son solo humo”.
- Revisar las 97 subidas de impuestos de Sánchez y bajarlos: “No hay economía fuerte si los ciudadanos están ahogados”.
- Volver a situar a la clase media como el motor del país: “El subsidio tiene que ser red para levantarse, no ancla para quedarse quieto”.
- Incrementar los médicos de familia
- Un Pacto Nacional del Agua
- Reforzar la seguridad: “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado merecen recursos, reconocimiento y autoridad”.
- Clarificar la política de Defensa: “España ha de ser exigente, nunca dócil. Y se ha de tener un compromiso inequívoco con la paz y la democracia en todo el mundo”.