La policía patriótica más desacomplejada. "Ya se han olvidado de que todo lo que hicimos está dando resultados". Así se expresaba el exresponsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía Nacional Enrique García Castaño, en una conversación de Whatsapp con el exnúmero dos de Interior, Francisco Martínez, sobre la Operación Catalunya, la trama parapolicial para desarticular el independentismo. Según las conversaciones filtradas en la causa del caso Kitchen, a las cuales ha tenido acceso la ACN, el 27 de abril del 2017, y ya con Juan Ignacio Zoido como ministro del Interior, Martínez escribía a Castaño: "Villarejo es bueno si investiga a Ignacio González y malo si investiga a los Pujol... Eso no puede ser". Castaño respondía: "Mira todo el resultado: Mas condenado, Homs también, ahora los Pujol. Entonces, ¿qué se ha hecho mal?". Por otra parte, las conversaciones tratan también los atentados terroristas del 17-A, cuyas imágenes dicen que "son la pera" y como creían que podría haber otro ataque el 1 de octubre de 2017.

"Todo lo que hicimos está dando resultados"

El 22 de mayo del 2017, coincidiendo con la publicación de las leyes de ruptura del procés, Castaño, que después de su destitución de la cúpula policial fue destinado a una comisaría en el sur de Madrid, es tajante: "Qué pena, se filtra el documento de la Generalitat y no pasa nada. Ya se han olvidado de que todo lo que hicimos está dando resultados". En los chats entre Martínez y Castaño, que abarcan entre el 2015 y 2018, se habla del uso de informes que a menudo acaban filtrados a medios. El 11 de marzo del 2015, Enrique García Castaño, que entonces era responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo, comunicó también a Martínez que "preparó" para el director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, único condenado hasta ahora por la Operación Catalunya, "un informe Podemos-Bildu", y que la información apareció publicada al diario ABC. Poco después aseguraba que una noticia aparecida en La Razón había puesto contra las cuerdas "al colaborador que tengo en Bildu" porque "los detalles son muy precisos".

En otro de los casos, el 31 de agosto del 2015, Castaño dice al entonces número dos de Interior que tienen que tomar un café con Pedro J. Ramírez, que "está a favor de dar caña en los 'catalinos' y a Podemos". "Necesita salir fuerte en octubre con El Español", concluyó. El 14 de octubre del 2015, el digital El Español inicia su recorrido con el contenido de la comisión rogatoria en Andorra contra los Pujol. Un día antes, el comisario Castaño se lo atribuye: "Sacamos los documentos de la comisión rogatoria en Andorra". El entonces número dos de Interior le responde: "Joder, qué bueno".

Esperaban un ataque terrorista el 1-O

En agosto del 2017, Martínez y Castaño ya habían sido relevados de la cúpula de Interior, pero se mantenían en contacto. El 17-A, una vez producido el atentado en la Rambla de Barcelona, intentaron quedar para comer. Castaño pidió que fuera "antes del 1 de octubre" porque creía que en aquella fecha —la del referéndum del 1-O— podía haber "un 11 de marzo". "Ojalá se equivoquen los que me lo explican", escribe. Martínez le preguntó por la fuente: "¿Americanos?". García Castaño respondió: "No, m*ros", no suelen equivocarse, afirmó. Posteriormente, Castaño apuntó que pensaba que el objetivo de este atentado del 1-O sería "Madrid o el sur: Rota o Gibraltar" porque "Al-Qaeda busca lo que es espectacular".

"Se podrían haber evitado"

Una vez recibieron informaciones del primer atentado del 17-A, Castaño comentó que las imágenes "son la pera" y Martínez respondió: "Horrible". En las siguientes 48 horas, los dos especularon sobre la autoría del Daesh o Al-Qaeda, y acabaron criticando la falta de previsión del Ministerio del Interior, donde según Castaño "nadie investiga de verdad", y el operativo de los Mossos d'Esquadra. Según Castaño, "si los Mossos hubieran hecho una investigación seria, se habrían podido evitar los atentados". Martínez hacía preguntas en la misma dirección y sobre el hecho de que no se detectara ni la radicalización ni el almacenaje de bombonas de butano. Castaño respondió: "Lo llevamos hablando mucho tiempo. No se investiga, no se pisa la calle". El comisario sostenía que los Mossos mataron a los terroristas "porque no tenían otro remedio". "La muerte del último, como se ve en las imágenes, fue una chapuza. Si el cinturón fuera auténtico, los habría pasado por encima", dijo.

Castaño también explicó a Martínez que aunque los Mossos y la Guardia Civil se hicieron cargo inicialmente de la investigación de los atentados haciendo el seguimiento de la furgoneta alquilada y de los móviles, Enrique Barón, que era el máximo responsable de la lucha antiterrorista del CNP, "empezó a quejarse, y Andreu [el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu] le dio una parte de los pinchazos" telefónicos. Poco después, el mismo Castaño explicaba que Guardia Civil y Mossos habían firmado "hace años un protocolo de actuación de cooperación en lucha antiterrorista, pero el jefe de la Comisaría General de Información "no quería trato con ellos". Incluso "hubo una denuncia en la Audiencia de los Mossos contra la Comisaría General de Información". Con respecto al papel del president de la Generalitat en aquel momento, Carles Puigdemont, Castaño se refirió a unas declaraciones que había hecho y lo tildó de "mamón e hijo de puta".