Artur Mas fue uno de los grandes afectados por la conocida como Operación Catalunya, que el ministerio del Interior activó en el 2012 ante el auge del movimiento independentista. Concretamente, las últimas informaciones apuntan que fue Jorge Fernández Díaz quien puso en marcha las cloacas del Estado el día siguiente de la primera manifestación masiva, el 11 de septiembre de 2012. Ahora, en una entrevista en Catalunya Radio, quien entonces era president de la Generalitat ha asegurado que le "encaja" que el ministro del Interior participara activamente, pero no que fuera el único tras este entramado para desacreditar el independentismo, apuntando directamente hacia el Gobierno y Mariano Rajoy, que entonces lo presidía: "No me encaja que Fernández Díaz lo hiciera solo. Eso no fue una decisión del ministerio del Interior aislada del Gobierno o del PP", reflexiona Mas, hablando de Maria Dolores de Cospedal que, considera, "estaba en la conjura desde el primer momento" o la entonces vicepresidenta Soraya Sánez de Santamaria.

Por todo ello, el president Mas cree que no es posible que desde la sede central del PP o desde el ministerio del Interior "se hiciera cosa que la Moncloa no conociera", en referencia al presidente del Gobierno en aquel momento, Mariano Rajoy: "Yo no le puedo poner la mano al fuego de qué conocían, pero alguna cosa debieron conocer. No sé si incluso la estimularon o bendijeron". De hecho, para Mas esta es precisamente la gran pregunta que se deriva de la Operación Catalunya diez años después de que se pusiera en marcha: "Como puede ser que con todo el cúmulo de información, con grabaciones incluidas que constituyen potenciales delitos muy graves, se hayan negado sistemáticamente juzgar e incluso a investigarlo".

Presentará una querella si ve que tiene recorrido

Mas ha insistido en que muchas de las informaciones que están saliendo en las últimas semanas él ya las conocía porque había sido víctima de la Operación Catalunya, como a president de la Generalitat cuando se celebró la manifestación bajo el lema "Catalunya nuevo estado de Europa". En su caso, ha descrito la trama protagonizada por las cloacas del estado como una "operación sucia para decir 'como no podemos ganar las elecciones, les romperemos las piernas, inventándonos una serie de cosas a las cuales daremos un aire de veracidad, las publicaremos por todas partes y destruiremos su prestigio con la esperanza de que la gente les retire el apoyo'".

Con todo, después de que un juzgado de Madrid aceptas una querella de Sandro Rosell y que el exconseller Jaume Giró siguiera sus pasos, Mas ha optado por ver el recorrido de estas querellas antes de presentar la suya: "Quiero tener una cierta seguridad, tengo que ir con cuidado, ya que si esto no tiene reconocido tienes una sensación de inutilidad en tus acciones y no sé si como expresident me lo puedo permitir", ha reflexionado, añadiendo que si ve que empieza una investigación seria, probablemente se añadirá.

A favor de un pacto entre Junts y PDeCAT en Barcelona

Artur Mas también se ha referido a la candidatura de Xavier Trias para el Ajuntament de Barcelona, que tal como ha destacado, está liderando la gran mayoría de encuestas, todo y que no a mucha distancia. Sobre la posibilidad de una candidatura conjunta de PDeCAT y Junts, el president ha asegurado que "su gente" está a los dos partidos y que por eso da apoyo a candidatos de las municipales sin hacer distinciones entre las formaciones: Me parecería muy bien la decisión de Trias. Cuando hay división interna, el resultado siempre es el mismo", ha lamentado, recordando las elecciones al Parlamento del 2020, en el que el PDeCAT no obtuvo representación y Junts quedó como tercera fuera. "Sé que cuesta llegar a un acuerdo, pero confío en él. Espero que no se divida ni un solo milímetro de este espacio", ha deseado.