La exconcejala del Partido Popular en Ourense, Carmen Carballo Fernández, y su madre, Serafina Fernández están imputadas por el juzgado de instrucción número 1 de Ourense después de recibir una denuncia contra ellas presentada por una joven mexicana a la que acogieron en su casa con solo 18 años. La presunta víctima denuncia que durante 11 años ha sido privada de su libertad, forzada a trabajar sin recibir un sueldo, sufriendo tanto maltrato psicológico como físico de manera constante. A ambas se las investiga por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, según adelanta este jueves El Confidencial. Carballo y su madre están llamadas a declarar en el juzgado, según ha confirmado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) al citado diario.

El abogado que representa a ambas sostiene que se trata de una denuncia falsa y avisa de que emprenderá acciones legales contra la joven dentro de la misma causa. Además, de Carballo y su madre también declarará ante el juez la tía de la exconcejala. La denunciante relata que la tía de Carballo la ayudó a salir de Ourense y de la casa donde vivió un auténtico sufrimiento durante más de una década. Esta mujer le dejó dinero y un teléfono para que pudiera llegar a Madrid, hecho que provocó una crisis familiar.

Traslado a Ourense

La Fiscalía empezó unas diligencias de investigación este verano después de recibir la información del caso desde la embajada de México, que señaló que una joven bajo el nombre, Marlene R.H. había llegado a la delegación de Madrid sin pasaporte y asegurando que había pasado 11 años privada de su libertad Ourense. Según explica el diario, las autoridades mexicanas en España le dieron un pasaporte nuevo, y en la máxima brevedad posible la subieron en un vuelo de urgencia dirección México. A finales del mes de octubre, la Fiscalía llevó los hechos a un juzgado entendiendo que había indicios suficientes de delito. La denunciante, Marlent R.H, ha relatado que su calvario empezó el año 2010. Su padre murió justo cuando ella hizo 18 años, y su tío trabajaba en un hotel propiedad de la familia Carballo-Fernández en Ciudad de México y les pidió si se podían hacer cargo de la joven.

Después de aceptar la oferta de su tío, la joven viajó hasta Ourense, donde lo ofrecían trabajar, estudiar y empezar una nueva vida en Europa. Todos estos cambios parecían beneficiosos para Marlene, pero tal como explica ella misma, nada más lejos de la realidad. Inmediatamente, la pusieron a limpiar varias casas, tanto de las dos investigadas como de otros familiares. Todo eso, sin recibir ningún salario a cambio, sin regularizar su situación en España y sin estar dada de alta en la Seguridad Social. El resto de su tiempo ejercía de empleada doméstica de la exconcejala popular y de su marido.

Retirada de la documentación

La joven Marlene ha relatado que solo llegar a España le retiraron toda su documentación. Además, le restringieron al máximo el contacto con su familia, con los cuales podía hablar en contadas ocasiones, y siempre bajo la supervisión de una de las dos imputadas, como consecuencia fue perdiendo el contacto con su entorno, tanto fue así, que el año 2016 la madre de joven mexicana denunció su desaparición porque no recibía noticias de ella. A lo largo de su relato, también señaló unas presuntas amenazas de represalias a su familia si dejaba de trabajar para esta familia. La denuncia de los familiares en México llegó a la Policía Nacional, que la pudo localizar en Ourense y le preguntó si quería volver a su casa en México. Ella afirmó que no, que quería quedarse en España. Después reconoció que lo hizo condicionada por las amenazas de Carballo. El abogado de la exconcejala y su madre asegura que irá hasta el final para descubrir la motivación real de la denuncia, y según adelanta, pedirá una comisión rogatoria con México para que Marlene declare por videoconferencia.

La Fiscalía judicializó la investigación al detectar un posible delito de tráfico de seres humanos con finalidades de esclavitud, un delito contra los derechos de los extranjeros, un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros, otro de amenazas continuadas y otro de maltrato habitual. Marlene sostiene en su testimonio que la familia Carballo-Fernández la agredieron físicamente y que, incluso, la exconcejala del PP la amenazó con sus contactos políticos y policiales en Ourense. Además, ha revelado que le aseguraron que su madre había muerto de covid, aunque era mentira. Eso se les reveló en contra en las denunciadas porque ella perdió el miedo a las amenazas contra su familia y quiso escapar, según ha explicado ella misma.