Si en algo destaca Ciudadanos es en dedicar esfuerzos y medios a la planificación y ejecución de su estrategia de comunicación. La campaña que el partido de Albert Rivera e Inés Arrimades han arrancado desde que empezó esta semana está calculada y persigue un objetivo claro: despertar el alarmismo para recuperar la batuta que les llevó a ganar las elecciones catalanas de diciembre de 2017. Es decir, presentarse como la única alternativa para salvar a Catalunya de un independentismo radicalizado que "amenaza millones de catalanes constitucionalistas que sienten miedo, que se sienten señalados."

Desde las detenciones de siete miembros de los CDR el pasado lunes, Cs ha subido el tono contra el movimiento independentista "cada día más radicalizado, que blanquea el terrorismo," con un Govern, un president de la Generalitat y un Parlament que "aplaude a presuntos terroristas mientras expulsan a los demócratas".

Todas estas declaraciones las ha hecho este viernes la jefa de filas de los naranjas en Catalunya, pero el cierto es que las palabras de Lorena Roldán han sido calcadas a las que hizo no hace ni 24 horas su compañero Carlos Carrizosa desde la sala de prensa del Parlament, o hace dos días Albert Rivera desde la plaza mayor de Vic y ella misma en la tribuna de oradores de la cámara catalana, durante su réplica a Quim Torra.

Los conceptos clave son el clima de violencia que según denuncian se vive en Catalunya por culpa del "totalitarismo separatista", la crítica al gobierno de Pedro Sánchez a quien acusan de dejadez, de tener "desamparados a los catalanes", mientras lo animan a volver a aplicar el 155 antes de "que pase alguna desgracia". Todo para poder presentarse ante la sociedad como el partido protector de los catalanes no independentistas "atemorizados".

Lo resume la frase que, pasada la agitación del final del Debate de Política General de este jueves, ha vuelto a repetir Roldán, a quien por cierto los partidos independentistas aprobaron reprobar por su actitud en el Parlament. "No nos echan de Catalunya porque no pueden", ha afirmado, advirtiendo que "no conseguirán que nos callemos".