Todos los gastos del Valle de los Caídos van a cargo del Estado. Patrimonio Nacional paga todas las facturas del Valle de los Caídos, desde los gastos de mantenimiento a los de personal, pasando por la manutención y la actividad religiosa de los monjes benedictinos que gestionan el recinto.

Los edificios del Valle de los Caídos son Patrimonio Nacional, es decir corderos públicos que no pagan impuestos y es la Fundación de la Santa Cruz, una fundación de carácter religioso, que gestiona el recinto. La fundación recibe anualmente, según explica eldiario.es, una subvención de 340.000 euros para cumplir sus obligaciones estrictamente religiosas.

Aparte de esta subvención, Patrimonio Nacional, que depende del Ministerio de Presidencia, se hace cargo de todos los gastos: paga desde las reparaciones de los edificios, la gestión de la venta de las entradas, se encarga de la hospedería o financia el vestuario de los religiosos.

Estirón de orejas del Tribunal de Cuentas

La pregunta es en qué se gastan los monjes los 340.000 euros de la subvención. La opacidad ha rodeado históricamente esta cuestión. El año 2013 el Tribunal de Cuentas dió un estirón de orejas a Patrimonio Nacional, denunciando el descontrol en el gasto. De aquel año si que figuran cifras. La mayoría del dinero, cerca de 100.000 euros, se destina a cotizaciones; cerca de 90.000 en alimentación y el resto a excursiones (8.500) vestuario (10.000) o libros (5.800).

Los gastos derivados del culto y las misas también van a cargo del Estado: 9.659 euros.

Reparaciones

La partida de reparaciones también es importante, dado que el Valle de los Caídos presenta importante problemas de humedades y desprendimientos. Según datos facilitados por portal de la transparencia se destinan una media de 250.00 euros a este concepto.

En relación al personal de servicio destinado al Valle de los Caídos, Patrimonio Nacional destina anualmente en torno a un millón de euros al año. No incluye a los monjes, que no cobran ninguna retribución.