En Esquerra Republicana están vacunados contra las encuestas. Saben que a lo largo de los últimos años los sondeos se han abonado a pronosticarles una victoria electoral que nunca hasta ahora han alcanzado en unas elecciones en el Parlament. La semana pasada, tanto el CIS como el CEO vaticinaban un triunfo incontestable de los republicanos. Unos augurios que coincidían en el tiempo con una nueva semana para olvidar para los socios de Govern, enfrentados una vez más sin esconderse. Los republicanos, sin embargo, lo tienen claro, a pesar de las tensiones, después de las elecciones del 14-F volverían a pactar con Junts per Catalunya.

La portavoz y secretaria general adjunta del partido, Marta Vilalta, ha reconocido que no están "nada contentos de cómo transcurrió la semana pasada" porque "la generación de caos no ayuda". Y ha aprovechado la rueda de prensa de este lunes para alejar el fantasma del tripartito. "No pactaremos con el PSC", ha advertido y ha añadido que su formación "descarta cualquier opción que no sea pactar con independentistas". Una frase que los dirigentes de ERC siguen repitiendo cada vez que se les pregunta, a pesar de las especulaciones de unos y de la insistencia de los comunes por una alianza de izquierdas. Para Vilalta, "los que hablan día sí día también del fantasma del tripartito lo hacen por electoralismo".

Recomenzar

ERC considera que "se ha reconducido ya la situación de tensión y conflicto dentro del Gobierno" y que los constantes enfrentamientos con Junts per Catalunya no imposibilitan que se repita la alianza. Es más, según Vilalta, "se reafirma que pasadas las elecciones convendrá que se vuelvan a producir gobiernos independentistas". Por eso ya adelanta que "será necesario recomenzar, reiniciar relaciones y hacer todo el posible para volver a entenderse". Los de Junqueras defienden que quieren "liderar un gobierno independentista el más amplio posible".

Si hay una cosa segura de cara a las próximas elecciones en el Parlamento es que gane quien gane, se tendrá que arremangar para encontrar aliados más allá de su partido. El último sondeo, lo que publicó el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat el viernes pasado, otorgaba a ERC el poder para escoger socios.

A un lado, podría buscar un acuerdo con los actuales compañeros de viaje, Junts per Catalunya, con quién tanto les ha costado convivir tanto esta como la pasada legislatura. Cualquier pacto que rubricaran con los de Puigdemont requeriría de la participación de alguno otro actor, porque solamente no sumarian la mayoría absoluta necesaria para la investidura. La CUP, pues, volvería a tener la llave del independentismo.

La otra alternativa, que Oriol Junqueras y todo su equipo han descartado hasta ahora por activa y por pasiva, sería un acuerdo con el PSC y los comunes.

Los presupuestos de Sánchez y la mesa de diálogo

Alianzas de gobierno aparte, ERC y los socialistas se necesitan mutuamente. Los 15 diputados de ERC en Madrid tienen un gran valor para Pedro Sánchez, para que pueda aprobar los presupuestos de 2021. De momento, los republicanos mantienen la incógnita sobre si darán o no apoyo.

Hoy mismo, Bildu ha convocado una asamblea para ratificar el suyo 'sí' en las cuentas de socialistas y Podemos. Marta Vilalta ha evitado concretar en qué punto se encuentran las negociaciones y se ha limitado a explicar que están en marcha.

Sobre la mesa de diálogo a cambio de la cual ERC invistió a Pedro Sánchez y que no se ha vuelto a reunir, tampoco hay noticias y cada vez parece más improbable que vuelva a convocarse antes de las elecciones. "Se tiene que convocar cuando sea útil", ha manifestado Vilalta, que no quiere que sirva sólo para hacer "la enèsima fotogragia".

Aragonès, candidato oficial

Aunque era un secreto a voces, después que Roger Torrent saltara de la terna, desde el pasado viernes Pere Aragonès es ya el candidato oficial de Esquerra Republicana a las elecciones del 14-F. Apadrinado por Junqueras, el vicepresidente y coordinador nacional de los republicanos superó el último trámite pendiente con nota, recogió más avales (2.343) que los que en su día obtuvo el propio Junqueras (2.105).

Desde que a finales de septiembre el Tribunal Supremo ratificó la inhabilitación de Quim Torra, Pere Aragonès ejerce sus funciones. Lo hace, sin embargo, con una mano atada a la espalda, porque mientras dure el interinato, la ley no le permite mucho margen de maniobra. No puede, por ejemplo, ni nombrar ni cesar consellers.

Este situación se alargará como mínimo hasta la primavera, teniendo en cuenta que las elecciones están programadas para el 14 de febrero y que, una vez se conozcan los resultados, todavía harán falta semanas para poder cerrar unas negociaciones para investir presidente que, seguro, serán intensas.