La ciudadanía espera con ansia conocer los detalles del plan de desescalada que prevé aplicar su gobierno a partir del próximo lunes. La planificación sobre cómo debe ser el levantamiento progresivo de las restricciones genera discordia en el seno del gobierno, que una vez más no ha sabido arreglar sus discrepancias de puertas adentro. A menos de tres meses para las elecciones, un nuevo enfrentamiento entre ERC y JxCat ha vuelto a quedar al descubierto, a raíz de las nuevas medidas anti-Covid que aplicará la Generalitat la semana que viene. Tras un primer intento frustrado esta mañana, este miércoles por la noche los principales responsables de la gestión de la pandemia se han reunido para tratar de cerrar los flecos del plan, pero según informan a ElNacional.cat fuentes conocedoras del encuentro, tras dos horas y media no se ha cerrado ningún documento definitivo. Lo que se acabe aprobando deberá validarlo el Procicat en las horas siguientes. Será entonces, cuando cuente con el aval técnico, que se hará público en una comparecencia. 

Este martes, una filtración aguaba el enésimo intento del ejecutivo de demostrar que gestiona la comunicación sobre la pandemia mejor que el tan criticado Gobierno de España. El borrador sobre el plan previsto -con cuatro fases que se alargan hasta después de Navidad- apareció en los medios, provocando un nuevo estruendo entre los socios, que reincidían en airear sus tiranteces a pesar de la situación de emergencia sanitaria. Finalmente, después de un día de gesticulaciones y reproches, ERC y JxCat han intentado reconducir la crisis in extremis en una reunión nocturna del comité ejecutivo de crisis del coronavirus.

ERC decide plantarse

El gabinete de crisis debía celebrarse telemáticamente a primera hora de la mañana de este miércoles. Nada más comenzar, una nueva filtración sobre una modificación del proyecto inicial —se alargaba el horario de cierre de bares y restaurantes de 17 h a 21 h— ha truncado el encuentro. ERC ha decidido plantarse.

No ha sido hasta doce horas después que, habiendo firmado una nueva y débil tregua, se ha podido celebrar la cita, de vital importancia para la ciudadanía. El encuentro ha arrancado ya de noche, una vez terminado el pleno del Parlament. Lo ha presidido el máximo responsable del Govern, el vicepresident Pere Aragonès, que desde la inhabilitación de Quim Torra asume las funciones de president. A su vez, han participado la consellera de Presidencia, Meritxell Budó; la de Salut, Alba Vergès; el d'Interior Miquel Sàmper, el d'Empresa, Ramon Tremosa; el d'Educació, Josep Bargalló; el de Territori, Damià Calvet, y la de Justícia, Ester Capella. Cuatro de ERC y cuatro de JxCat. Junto a ellos, responsables técnicos de los departaments de Salut y Educació —Marc Ramentol, Josep Maria Argimon y Josep González Cambray-.

El enojo de ERC

"Es lamentable". La indignación de Pere Aragonès con JxCat —a quien ERC atribuye la filtración— resonaba este miércoles por la mañana en el hemiciclo del Parlament. Instantes antes, el entorno del vicepresident confirmaba a ElNacional.cat que los consellers de ERC se habían desconectado de la reunión virtual del ejecutivo que tenía que servir para adoptar las nuevas medidas para frenar la expansión del coronavirus y dar oxígeno a los sectores más perjudicados, que presionan al Govern para que les deje volver a abrir sus negocios y actividades.

Los republicanos trasladaban el mensaje de que no volverían a la mesa si no se acababan las filtraciones y exigían a los de Puigdemont un pacto de lealtad.

La perplejidad de JxCat

"Nosotros no pensamos entrar en estas cosas, porque no aporta nada," manifestaban desde Junts per Catalunya a este medio y se confesaban "perplejos" por la actitud de Esquerra.

El entorno del vicepresident desconfía de JxCat y sospecha que tienen la voluntad de hacer tropezar a los consellers de ERC que gestionan la pandemia, con Aragonès, que será el candidato de ERC el 14-F, al frente. Desde Junts per Catalunya niegan haber sido ellos los responsables de haber enviado a determinados medios de comunicación el borrador de documento que preparaba el Departament de Salut.

De crisis en crisis hasta el 14-F

Según explican fuentes de ambos partidos a este diario, a lo largo del día ha habido varios contactos entre las dos partes para tratar de solucionar el conflicto, conscientes de que millones de catalanes están pendientes de lo que se apruebe en esta reunión anti-Covid. Aragonès y Budó se han visto un rato en el Parlament para hablar y calmar las aguas. También lo han hecho los respectivos jefes de filas de las dos formaciones en el Parlament, Albert Batet y Sergi Sabrià. Todos han concluido que, efectivamente, las filtraciones "vengan de donde vengan", son un problema.

En el horizonte, un calendario repleto de fechas importantes. Empezando por las fiestas de Navidad y acabando por el 14 de febrero cuando, si nada cambia, se tendrán que celebrar las elecciones al Parlament de Catalunya.