Dicho y hecho. Una vez el Gobierno ha aprobado el estado de alarma, el Govern ha reaccionado anunciando el toque de queda que impondrá a toda Catalunya. Según ha comunicado el ejecutivo catalán, el toque de queda irá desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana, lo que quiere decir que todos los establecimientos abiertos al público tendrán que cerrar a partir de las nueve de la noche. Aunque el Govern contempla excepciones, especialmente para permitir los desplazamientos de vuelta a casa.

El Ejecutivo comunicará todas las medidas tomadas este domingo en rueda de prensa a partir las seis de la tarde, después de la reunión del Procicat, prevista para las 16. Además, este mediodía ya se ha reunido el Comité Ejecutivo de Crisis para la Covid-19. Concretamente, se han reunido el vicepresident Pere Aragonès, la consellera de Presidència Meritxell Budó y los titulares de Interior y Salut, Miquel Sàmper y Alba Vergés, junto con representantes del mundo local. El Govern se volverá a reunir poco antes de que empiece la reunión del Procicat.

Desde este viernes, el Govern venía anunciando esta medida que finalmente entra en vigor esta misma noche. De hecho, este mismo domingo, el conseller Sàmper ya anunciaba que si todo "iba bien", el toque de queda en Catalunya entraría en vigor este domingo, y así ha sido.

La única duda que había sobre la medida era la hora de inicio del toque de queda, puesto que los técnicos tenían que concretar si empezaría a las diez o a las once de la noche. A su vez, el conseller también ha avisado que cuando la medida entre en vigor, Mossos d'Esquadra y policías locales colaborarán para garantizar su cumplimiento, lo cual dará lugar a un "incremento de eficacia" del control, que el conseller ha pedido que vaya acompañado de responsabilidad ciudadana.

Los actos culturales se tendrán que adaptar al toque de queda

Sobre el mundo cultural, la consellera de Cultura, Àngels Ponsa, ha asegurado este domingo que los actos culturales tendrán que adaptar los horarios de los espectáculos al toque de queda. Algunos de ellos, pues, tendrán que empezar antes para que tanto el público como los organizadores y artistas puedan estar en casa a la hora fijada.

Aun así, cree que todo ello no supondrá "ningún problema" para el sector y se ha mostrado confiada en que las nuevas medidas no harán caer ni el número de actos programados ni el de espectadores. Durante una visita institucional a Miravet i Ascó (Ribera d'Ebre), Ponsa ha defendido la seguridad a los acontecimientos culturales y lo ha atribuido al cumplimiento de las medidas sanitarias.