El Govern ha decidido en una reunión extraordinaria a las seis y media de este viernes pedir la declaración de estado de alarma para poder decretar el toque de queda en Catalunya ante el agravamiento de los datos del coronavirus. Lo ha hecho horas después de que se supiera que otros territorios como Euskadi han reclamado esta medida y en medio de un rumor de diferencias entre los socios de Govern sobre las decisiones a adoptar. 

El vicepresident, Pere Aragonès, ha comparecido en rueda de prensa para anunciar la decisión y para explicar que el estado de alarma se aplicará con "mando único del Govern de la Generalitat" con el objetivo de tener "todas las herramientas y todas las garantías para movilizar recursos y responder a las necesidades de la crisis sanitaria". El vicepresident, con funciones de president, ha confirmado que la primera medida que adoptará el Govern será para limitar temporalmente la movilidad nocturna. "Un toque de queda nocturno en todo el territorio de Catalunya con características específicas y que irá acompañado de más medidas de limitación de la movilidad si la evolución de los datos sanitarios no son favorables", ha explicado.

Aragonès ha asegurado que ha mantenido diferentes conversaciones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para garantizar que la gestión queda en manos de Catalunya, y que también ha hablado con el lehendakari, Iñigo Urkullu. Antes de comparecer en rueda de prensa, ha comunicado también la decisión a los responsables del grupos parlamentarios de la cámara catalana.

Extremadamente grave

"A muchos, por principios, no nos gusta hablar de toque de queda, sino que de reducir temporalmente la movilidad nocturna y evitar interacciones sociales prescindibles", ha explicado el vicepresident, que ha subrayado que esta medida se ha tenido que adoptar ante el acelerado empeoramiento de los datos de la Covid-19 en Catalunya, que convierte la situación en "extremadamente grave".

De hecho, Aragonès ha avanzado que la declaración del estado de alarma tendrá que servir también los próximos días en que el Govern prevé que deberá adoptar medidas restrictivas de la movilidad y quiere hacerlo con "máxima agilidad y rapidez".

Aunque desde JxCat se ha apuntado que la declaración del toque de queda podría permitir relajar las restricciones que afectan a bares y restaurantes, Aragonès ha evitado vincular las dos cuestiones y ha asegurado que las limitaciones se mantendrán hasta el próximo viernes, tal como estaba previsto.

Petición comunicada

La consellera de Presidència, Meritxell Budó, ha adelantado que la petición de declarar el estado de alarma ya ha sido comunicada al gobierno español con el fin de poder aplicar las medidas lo antes posible, y ha apuntado que si, como es de prever, se aprueba con celeridad en el Consejo de Ministros, mañana mismo se podría celebrar la reunión del Procicat para concretar las condiciones del toque de queda que el Govern hoy no ha querido avanzar.

La Conselleria d'Interior ya está trabajando, sin embargo, en el alcance que debería tener el toque de queda y se estudia una franja de 23 horas a 6 de la mañana, con el fin de permitir la actividad cultural programada. Esta ha sido también la propuesta que se ha trasladado a los grupos parlamentarios en la reunión posterior al Consell Executiu.

Reunión con Puigdemont

Inmediatamente antes de participar en la reunión del Govern que se ha convocado esta tarde de manera extraordinaria, los consellers de JxCat han celebrado un encuentro con la cúpula del partido, con Carles Puigdemont al frente, que ha participado de manera telemática, los dos vicepresidentes que no están en la prisión, Anna Erra y Josep Rius, la portavoz, Elsa Artadi, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, y el secretario de organización, David Saldoni, para consensuar este posicionamiento.

En la reunión, según fuentes de los asistentes, se ha valorado que el Govern ha perdido la iniciativa que había tenido hasta ahora en la lucha contra la pandemia, durante la presidencia de Quim Torra, y se ha apostado por defender con contundencia las nuevas medidas en la reunión de Govern.

A pesar de ello, al ser preguntada al respecto, Budó ha subrayado que lo importante es la decisión finalmente tomada en el Govern, a partir de cuestiones sanitarias.