El gobierno danés enfría las expectativas de que el Consejo de Asuntos Generales de este viernes tome una decisión sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la Unión Europea. En la entrada de la reunión, que llega dos meses después de que se aplazara la decisión por las reticencias de algunos países, la ministra de Asuntos Europeos de Dinamarca, Marie Bjerre, ha alejado la posibilidad de someter a votación la petición del Gobierno, que fue un compromiso del PSOE con Junts en agosto de 2023 a cambio de la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso: “España volvió a poner el tema en el orden del día y, como presidencia, facilitaremos este debate”, ha dejado claro, dado que Dinamarca ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE entre julio y diciembre. El punto se introdujo en la agenda como “punto de debate” con la opción de someterlo a votación si hay consenso, pero Bjerre no cree que esto llegue: “Sé que hay muchas preocupaciones abordadas por los Estados miembros. Eso afecta tanto cuestiones presupuestarias como legales y, por supuesto, tenemos que encontrar respuestas a estas preguntas. No preveo una votación hoy”, ha reconocido.

 

Mientras tanto, en nombre del Gobierno, el secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Sampedro, ha reafirmado la voluntad de la Moncloa de mantener el tema encima de la mesa con la esperanza de que se pueda aprobar. Y ha cuestionado los recelos de algunos Estados miembros: “Estamos convencidos de que no tiene ningún impacto. Quizá hay otros motivos que explican sus posiciones, pero no es la falta de información, no es la falta de explicaciones y no hay ningún argumento ni económico ni en términos legales ni en términos de precedentes que pueda justificar retrasar esta iniciativa en un minuto más”. “Lo que no puede ser es secuestrar o retrasar los debates innecesariamente”, ha apostillado.

“Estamos dispuestos a abordar cualquier duda o cuestión que se plantee para que esta propuesta se pueda adoptar de manera inmediata”, ha verbalizado Fernando Sampedro. “Estamos convencidos de que hoy quedará claro que se han abordado todas las dudas”, ha añadido. “Después de esta discusión, estaremos más cerca aún que nunca de la aprobación próxima de la propuesta española porque no vemos ninguna otra alternativa”, ha subrayado. Asimismo, ha reiterado que el reconocimiento del catalán, el vasco y el gallego en la UE es una “prioridad que España no va a abandonar” porque está “íntimamente vinculada a la identidad nacional plurilingüe”. Asimismo, ha cuestionado que sea necesario modificar los tratados de la Unión Europea: “Los tratados dicen que la identidad nacional de los Estados miembros debe ser respetada. También son muy claros que el régimen lingüístico de la Unión se acuerda por unanimidad mediante un reglamento del Consejo, ni más ni menos. Está claro que no hace falta una revisión de los tratados”, ha argumentado.

 

“No es el momento correcto”

Más voces. Por parte de Francia, el ministro delegado de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, ha verbalizado su compromiso de seguir dialogando y negociando con el Gobierno: “Sé que este es un tema muy importante para nuestros amigos españoles, y ya he tenido la oportunidad de discutirlo varias veces con mi homólogo. Espero que podamos seguir trabajando con los españoles para encontrar soluciones constructivas para avanzar. Francia se compromete a trabajar con los españoles y todos nuestros socios para avanzar y encontrar soluciones basadas en el consenso sobre este tema”.

Desde Luxemburgo, el ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior, Xavier Bettel, ha dudado de que ahora sea el momento idóneo para aprobarlo: “Para ser muy transparente, esta semana hemos tenido momentos muy difíciles para acordar las sanciones contra Rusia. Hoy hemos recibido la información que hemos podido acordar las sanciones, así que hemos tardado días a acordarlas. Todavía no somos capaces de tomar decisiones sobre Israel y tener un alto el fuego en Palestina. […] Así que creo que el momento realmente no es el correcto”. “Entiendo perfectamente que para los españoles el multilingüismo y las tradiciones son muy importantes, pero el momento en la semana que no somos capaces de mostrar mucha unidad para ver que el único punto en que estamos de acuerdo es… Bien, sin comentarios”, ha apostillado.

“No tenemos todavía la unanimidad necesaria”

El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, admitió desde Bruselas que todavía no habían conseguido los apoyos para que la propuesta salga adelante: “En estos momentos, con los contactos que estamos manteniendo, no tenemos todavía la unanimidad necesaria, pero en cualquier caso [el 18 de julio] habrá un debate sobre el memorándum que enviamos después de la reunión del mes de mayo”, verbalizó. “Nadie podrá esconderse detrás de supuestos aspectos que dicen que no conocen o están lo bastante detallados y expondremos muy claramente que eso tiene que oficializarse pronto, es una discriminación hacia España y hacia nuestra identidad nacional”, reiteró.

Salvador Illa e Imanol Pradales envían una carta a los Estados miembros de la UE

Justo ayer, el president Salvador Illa y el lehendakari Imanol Pradales enviaron una carta a los Estados miembros de la UE defendiendo el reconocimiento del catalán, el vasco y el gallego. “Europa y España no se podrían entender sin las aportaciones contemporáneas de las lenguas catalana, gallega y vasca, habladas diariamente por millones de personas, con unos niveles de producción cultural y comunicativa plenamente comparables a las de otras lenguas ya reconocidas como oficiales a las instituciones europeas”, esgrimían. “Sirven como pilares clave de la cohesión y la estructuración social”, añadían. Y avisaban de que sería “difícil justificar ante los ciudadanos” que una UE “fundada en el principio de Unida en la diversidad imponga un modelo de Un Estado una lengua a una ciudadanía que democráticamente se identifica como miembros de un Estado multilingüe”.