La justicia alemana ha anulado la medida de Berlín de obligar a cerrar los bares y restaurantes a las 23 horas y hasta las 6 del día siguiente, después de constatar que no ha servido para "reducir significativamente la incidencia de contagios" de coronavirus.

La medida estaba vigente desde el 10 de octubre, y provocó el malestar de los restauradores y baristas, que la llevaron a los tribunales.

El ministro de Salud, Jens Spahn, ha lamentado la decisión del tribunal, que ha interrumpido la decisión de las autoridades berlinesas. El caso es que el argumento ha sido que era una medida ineficaz. Spahn ha invitado a los ciudadanos a seguir estando vigilantes ante el número creciente de contagios.

En Alemania, la tasa de incidencia se ha situado este viernes en 73,9 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes y la capital ha registrado 551 casos nuevos en las últimas veinticuatro horas, según el Instituto Robert-Koch.

La política con respecto al coronavirus en Alemania, que concreta cada land, contrasta con la más drástica de Francia, que ha dictado toque de queda en las grandes conurbaciones urbanas desde las 21 horas y hasta las 9 de la mañana.

En el caso de Catalunya, hoy ha empezado la prohibición del servicio de bares y restaurantes, más allá de los productos para llevar.