2022 es un año decisivo para Ciudadanos. Después de haber roto el pacto de gobierno con los naranjas, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernandéz Mañueco convocó elecciones anticipadas a la comunidad. Y este año también se tienen que celebrar las andaluzas, la última comunidad donde Cs está presente en el gobierno autonómico. Si fracasan en estas elecciones, como prevén las encuestas, el proyecto dirigido primero por Albert Rivera y ahora Inés Arrimadas quedará tocado de muerte: en el Congreso los sondeos los dan como máximo dos escaños, pero también hay que auguran su desaparición. El partido, que ya pasó de 57 a 10 diputados en las últimas elecciones generales, tiene que hacer frente estos retos electorales con importantes recortes.

Solo en capitales

Uno de los principales motivos es su progresiva pérdida de simpatizantes, que se ha intensificado en los últimos meses. Según un estudio elaborado por el mismo partido, se prevé que de aquí a junio, Cs pierda a la mitad de sus militantes. Si estos pronósticos se cumplen, los de Arrimadas se quedarán con 9.500 afiliados, un 72% menos que hace tres años. Entonces, a principios de 2019 Albert Rivera estaba en un momento dulce y después de las elecciones de abril de aquel mismo año se habría podido convertir en vicepresidente del Gobierno. El resto es historia.

Para mitigar los efectos de esta pérdida de militantes, los naranjas se tendrán que rascar el bolsillo y ya han decidido cuál es el primer paso de su plan de recortes: empezarán a cerrar progresivamente la mayoría de sedes locales y provinciales, en las que implantarán un sistema telemático para las reuniones con los que ya se han familiarizado durante la pandemia. Así lo explica el diario El Independiente, que detalla que Cs prevé mantener solamente las sedes regionales, es decir, la de las capitales de la autonomía. En las ciudades donde gobiernan tampoco las cerrarán.

Mejor 'afterworks' que sedes

Desde el partido intento minimizar esta decisión que no hace nada más que evidenciar que necesitan recortar gastos. "Las sedes provinciales y locales de Ciudadanos nunca han llegado a ser centros de trabajo como tal, sino locales para encuentros o reuniones de cargos del partido", afirman. Quizás a partir de ahora podrían aprovechar estos "lugares de encuentro" para realizar los famosos afterwork, su última ocurrencia.

Según cuentan a la web oficial de la formación, han creado una plataforma para animar a los militantes a hacer actividades juntos después del trabajo. En Londres los oficinistas se reúnen en los pubs para tomar una copa después de acabar la jornada laboral. Ahora, Cs propone un espacio donde "conectar" con otros afiliados a través de planesy actividades, y en los cuales se pueden proponer y organizar propuestas, invitar a cualquier afiliado para que se sume a los acontecimientos. "Esta plataforma es un paso fundamental en nuestra estrategia. Un equipo fuerte y cohesionado se forma también fuera de la política, y es imprescindible para recuperar el espacio que merezcamos", detallan.

Cuadrar cuentas

El informe de precisiones económicas para el 2022, que aprobó el Consejo General de Ciudadanos a finales de año, ya daba pistas sobre hasta qué punto es complicada la situación financiera. Con esta decisión sobre las sedes, cuentan a ahorrar casi un 41% del presupuesto destinado a los locales: De 1,5 millones en 932.000. Además, también se podrán ahorrar, casi 100.000 euros, en seguridad de los edificios así como por el gasto en personal. Concretamente, durante el 2021 el desembolso en trabajadores era de 3,4 millones de euros. Ahora, no llegará a los 2 millones.

De momento, el partido naranja se niega a soltar el que es el símbolo de sus mejores años a la política española. Se trata del edificio al madrileño calle Alcalà, en lo que destinan 350.000 euros de alquiler. Arrimadas, mientras valla sedes locales, ha renovado el contrato de su palacete particular por 5 años más.