Con los partidos negociando los últimos detalles del acuerdo para mantener el catalán en las aulas ante la sentencia del 25%, ayer se mostraban optimistas y aseguraban que estaba al caer, pero todavía no ha llegado, Toni Comín ha asegurado que la gran pregunta que se deriva en estos momentos sobre la lengua no es si Junts, partido que se desmarcó del primer pacto porque implicaba la modificación de la ley de política lingüística, sino si estarán el PSC o la CUP. Durante las semanas de intensas negociaciones, el president de la Generalitat, Pere Aragonès ha hecho un llamamiento a llegar a los máximos consensos para afrontar la sentencia, pero hoy Comín lo ha enmendado, en el programa Café de Ideas, en RTVE. Desde el exilio, ha considerado que el contexto actual no permite que el objetivo sea este consenso en sí mismo, que es "deseable" pero sólo puede ser un medio al servicio de los objetivos, que ahora mismo es proteger la lengua en las escuelas.

 

Por todo ello, Comín cree que el PSC querría salir del acuerdo. "La finalidad es que el catalán sigue siendo la lengua vehicular de la escuela, porque tenemos una situación de bilingüismo inestable y solo se mantendrá el catalán si es la lengua vehicular en la escuela. Nuestro objetivo no es arrinconar el castellano", ha reflexionado, y ha invitado al PSC a añadirse, ya que, si los socialistas se quieren sumar "mucho mejor", pero no se puede pagar el precio de modificar y empeorar la ley de política lingüística, "un coste absurdo innecesario". Ahora bien, tiene sus dudas sobre si el PSC finalmente se sumará : "Tengo dudas sobre si su compromiso con la democracia, ya no con la lengua, es lo suficientemente consistente".

Un acierto

Comín ha valorado como un acierto que Junts se desmarcara del acuerdo en primer término, ya que ha acabado arrastrando ERC y los Comuns hacia un decreto ley que tiene como propósito "tumbar la sentencia del 25%, sustituirla y anularla. Y, en caso de que se tenga que desobedecer, proteger los centros", ya que, según ha remarcado, da responsabilidad al Departament. "Si hubiera riesgo de ser acusado para no aceptar la sentencia, lo que se busca es proteger los centros y que sea el departamento quien se lleve las consecuencias penales". Además, ha recordado que la posición del Consell per la República, del cual forma parte, es clara: "Antes nos parecía un error que se cambiara y ahora un acierto que no se cambie".

El eurodiputado también se ha referido a su encuentro con Aragonès y la también exiliada Clara Ponsatí, donde intentó explicarle al presidente que hay un "luto muy doloroso dentro del independentismo que no se ha querido hacer". Comín insistió en el encuentro que "la culminación del procés de independencia es muy difícil ante aquellos que te hacen la guerra". "No puedes intentar hacer las paces y ganar la guerra al mismo tiempo. No puedes. Una guerra que no hemos elegido, una guerra que ha impuesto el Estado", ha remachado. Igualmente, ha advertido sobre la idea de la "Catalunya entera", de la cual ha hablado el president en las últimas ocasiones. "Según como planteas el objetivo de la Catalunya entera, la consecuencia de esto es renunciar a culminar el procés de independencia", ha advertido.

Conversaciones con Aragonès

Por eso, intentó ser muy claro, según sus palabras, con el presidente Aragonès, con quien asegura que mantiene una buena relación personal, recordándole que "el camino que él propone no nos lleva a la independencia, como en mucho a eliminar la represión". Por eso, ha preferido pensar que Aragonès es más ingenuo que cínico, "pero cuando le ponemos encima de la mesa todas las evidencias, tendría que reconocer que no avanzamos a la independencia".

Finalmente, sobre la posibilidad de que ERC se integre en el Consell per la República, Comín ha detallado que ha habido conversaciones, pero que los republicanos han rechazado entrar, no por un motivo de estructura o de presidencia, sino porque dudan de la misión del organismo, "culminar el mandato del 1-O".