Primer paso para que el catalán, el aranés, el vasco y el gallego pasen a ser lenguas de uso absolutamente normal en el Congreso de los Diputados a partir de esta semana. La mayoría progresista de la cámara baja ha dado luz verde a tramitar de forma exprés la reforma del reglamento para la normalización lingüística, para que sea definitiva a partir del jueves. Junts y ERC ya tienen un poco más cerca lo que habían pedido al PSOE para escoger a Francina Armengol como presidenta del Congreso. De esta manera, los socialistas han armado una mayoría de 176 votos, gracias a Sumar, Bildu, PNV, BNG, Coalición Canaria, al margen de los independentistas catalanes. Se han sobrepuesto a los 169 votos en contra del PP, Vox y Unión del Pueblo Navarro.

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La reforma del reglamento ya ha empezado a andar y lo hará por la vía rápida en lectura única. Ha sido un debate agrio, con reproches constantes, con Vox marchándose del pleno y con el PP entrando en contradicción con su habitual discurso contrario a las lenguas cooficiales del Estado. El próximo jueves, si no hay ninguna sorpresa, el Congreso de los Diputados votará de forma definitiva la reforma del reglamento de la cámara, y se iniciará de esta manera un proceso de cambio en la infraestructura de la institución, que permita elevar el catalán, el aranés, el vasco y el gallego al mismo nivel que el castellano: que se pueda hablar y se puedan presentar escritos en cualquier situación, sin que la lengua española sea tratada como superior en ningún caso.

Pedro Sánchez ya tiene la primera foto que quería, aquella en la que aparece votando de nuevo junto a ERC y Junts per Catalunya, tal y como pasó en la Mesa del Congreso de los Diputados. Después de que este jueves se constate la reforma, al presidente español le faltará el hueso más duro, que es la negociación para la investidura. La primera pantalla está encauzada después de que el Congreso haya aprobado la toma en consideración del texto impulsado por el PSOE, Sumar y los grupos soberanistas.

El privilegio de realizar el primer discurso en catalán en el Congreso desde la recuperación democrática ha sido para Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana. Quien ha estrenado la normalización lingüística ha sido el diputado gallego del PSOE José Ramón Besteiro, que ha alternado el castellano y el gallego. En cualquier caso, Rufián ha insistido en la necesidad de preservar los derechos lingüísticos de los ciudadanos en todo el Estado. "Hoy no se violentan derechos", ha opinado Rufián, que ha manifestado que sería un error interpretar el uso del catalán en el Congreso como una "victoria", porque España no "pierde" nada.

Para ilustrar, también, que el catalán (así como el vasco y el gallego) no representa ninguna amenaza para el castellano, Rufián ha traído una lista de palabras en inglés que hoy en día se usan con absoluta normalidad entre los hablantes españoles: "Check-in, coaching, mobbing, selfie, meme, streaming, low-cost, start-up, gap, tracking, breaking...". "¿Utilizan estas palabras? ¿Y es el catalán, el aranés, el vasco y el gallego los idiomas que amenazan el castellano?", ha lanzado en forma de pregunta Rufián.

Nogueras, en recuerdo de la catalanofobia

El discurso de Míriam Nogueras en el Congreso de los Diputados ha pivotado alrededor de un repaso a la catalanofobia que han sufrido históricamente los catalanes, y de dejar bien claro que el nuevo derecho que quiere conseguir en Madrid su formación, Junts per Catalunya, es el de autodeterminación. "Pero de esto ya hablaremos dentro de unas semanas", ha dicho. Así, la líder del partido de Carles Puigdemont en la cámara baja ha señalado que la persecución a los catalanes no nace con el procés, y ha puesto como ejemplo la prohibición del catalán que ya dictó Primo de Rivera.

"Cien años después, aquí estamos", ha dicho en referencia a la celebración de un debate para normalizar el uso de las lenguas cooficiales del Estado en el Congreso de los Diputados. Nogueras ha recordado durante su intervención que los diputados del PSOE "nunca podrán ir a la cárcel por ser socialistas", del mismo modo que un parlamentario de Vox no será encarcelado "por ser de extrema derecha", ya que podría encontrar un juez "que aún lo fuera más". "Pero a nosotros se nos condena a prisión por ser independentistas", ha dicho.

La derecha se resquebraja por las lenguas cooficiales

La otra derivada del debate lingüístico la ha protagonizado la derecha y la extrema derecha. El PP, que ha intentado boicotear el debate en los primeros minutos, se ha opuesto al uso del catalán, el vasco y el gallego porque, según ha defendido Borja Sémper, "es absurdo despreciar la existencia de una lengua común". En su intervención, el diputado popular ha utilizado el vasco con autotraducción inmediata, con el argumento de que esta forma de proceder ya era posible en anteriores legislaturas. Los momentos puntuales en los que Sémper ha utilizado el euskera han irritado a los diputados de Vox, que han vuelto a marcharse del pleno. De hecho, los diputados ultras ya habían hecho lo mismo durante el primer discurso en gallego en el Congreso.

En fila india, los 33 representantes han abandonado sus sitios y, al salir, han dejado los pinganillos encima del escaño de Pedro Sánchez. Ha sido una de las imágenes de este pleno histórico. En los pasillos, la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, ha explicado que ha asistido a "una exaltación de la división y del enfrentamiento con el dinero de todos los españoles". Finalmente, la extrema derecha ha renunciado a intervenir en el debate.