El Partido Popular (PP) ha hecho equilibrios para defender la pluralidad lingüística a todo el Estado y, a la vez, justificar la oposición a que se puedan usar todas las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. El diputado del PP Borja Sémper ha asegurado que "es una suerte vivir en una España en la cual hay varios idiomas", mientras que ha resaltado que "es absurdo despreciar la existencia de una lengua común". A pesar de haber dicho que los populares mantendrían el castellano, Sémper lo ha alternado con el vasco, cosa que ha provocado el enfado de los diputados de Vox, que han abandonado el hemiciclo.

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Ejercicios de equilibrio lingüístico de alto nivel porque, de entrada, Sémper ha recordado que "ninguna nación europea" ha desarrollado en "un tiempo histórico contemporáneo" un trabajo de "recuperación y promoción de sus lenguas", como ha hecho España. "Ninguna nación europea ha desarrollado un nivel de protección superior a España en términos de respeto y promoción a la propia diversidad lingüística", ha asegurado el portavoz popular. Con este pretexto, los populares hacen convivir el discurso de la "protección lingüística" con la obstinación para oponerse al uso del catalán, el vasco y el gallego en el Congreso de los Diputados.

De otro lado, el argumento fuerza del PP es que resulta "absurdo despreciar la existencia de la lengua común", que es el castellano. A su entender, la extensión de las lenguas cooficiales se puede interpretar como un afán para dividir a la sociedad española porque, según ha explicado Sémper, la mayoría progresista "está imponiendo la normalidad de la división". El otro motivo por el cual el PP vota en contra de la toma en consideración de la reforma son las formas, dado que defienden que el debate de este martes -por la vía rápida- "se está forzando de una manera torticera y en unos plazos irrespetuosos". "Utilizan el patrimonio lingüístico como moneda de cambio político", ha afirmado Sémper al recordar que la reforma del reglamento es producto de un acuerdo entre el PSOE, ERC y Junts para escoger a Francina Armengol como presidenta del Congreso.

El PP sí que habla vasco

A pesar de garantizar que los diputados del PP mantendrían el castellano en la cámara baja para "no hacer el ridículo", el portavoz popular sí que ha utilizado el euskera de forma puntual y aplicándose una autotraducción automática e inmediata. El gesto de los conservadores ha hecho enfadar a los diputados de Vox, que han abandonado por segunda vez el hemiciclo -habían vuelto para escuchar las intervenciones de los contrarios a la iniciativa-. "Yo no quiero que nadie se marche [del pleno], yo quiero que debatamos", ha recriminado Sémper a los ultras, ante la incredulidad de la bancada de izquierdas. En el PP la expresión "hacer el ridículo" le ha salido cara porque la mayoría de grupos partidarios de la universalización de las lenguas cooficiales le han reprochado que las despreciara de esta manera.