El primer ministro británico, Boris Johnson, ha trasladado un mensaje diplomático respecto del referéndum de Escocia, del todo alejado de lo que hacen habitualmente los gobiernos españoles en propuestas de este tipo. A través del secretario de Estado para Escocia, Alister Jack, el ejecutivo británico ha trasladado que valorará la propuesta "con cuidado" y "la estudiará detenidamente", según informa la BBC.

El secretario de Estado ha avanzado estos criterios, a la espera de que el gobierno británico se pronuncie sobre la propuesta que le hizo la primer ministra escocesa, Nicola Sturgeon. Las competencias de los referéndum son de Londres, pero el gobierno británico en ocasiones las cede puntualmente, como fue el caso del referendum de 2014, acordado entre Alex Salmond y David Cameron. Hasta ahora el ejecutivo británico no se ha pronunciado sobre la petición de celebrar una segunda consulta, motivada en parte por el posicionamiento pro-europeo de Escocia, contrario al Brexit.

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Alister Jack ha anunciado que el gobierno británico responderá a la primer ministra escocesa durante el próximo año. Sin embargo ha argumentado que el 55% de escoceses votaron a partidos unionistas en los comicios de la semana pasada, aunque ganó el Partido Nacional Escocés.

Sturgeon envió el jueves a Johnson los documentos que acreditan su voluntad de celebrar el referéndum, y le han advertido que un "no frontal" no sería el final de esta opción. De todos modos, según la BBC, la primer ministra escocesa descarta celebrar un referéndum unilateral como el del 1-O en Catalunya, con el argumento que en Escocia no llevaría a la independencia.