A pesar de que la gran señalada dentro del Gobierno por el CatalanGate, pero también por el espionaje con Pegasus a Pedro Sánchez y a ella misma es Margarita Robles, desde la derecha se defiende a la ministra de Defensa y centran sus críticas en Félix Bolaños, ministro de presidencia y quien anunció el fallo de seguridad que permitió instalar este programa en los teléfonos del presidente del gobierno y otros de sus miembros, ya que hay quien interpreta que es competencia de su ramo. Ahora, en las últimas horas, y ante los constantes avisos de ERC para que se den las explicaciones convenientes en una reunión entre Pere Aragonès, quien la directora del CNI ya ha confirmado que fue espiado, con el presidente Sánchez, y con la desclasificación de documentos, Bolaños ha asegurado que la legislatura no está en riesgo por estos casos de espionaje. Los republicanos, socios parlamentarios habituales del gobierno de coalición, afirman lo contrario. 

"Descartamos por completo cualquier adelanto, nos queda mucho por hacer, año y medio por tomar medidas que beneficien a la ciudadanía", ha aseverado Bolaños en una entrevista en el programa La SextaNoche, en la que ha ironizado con que sentía "decepcionar" al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por la continuidad del Gobierno.

Sin dimisiones 

Asimismo, no ha avanzado que por el momento vaya a haber alguna dimisión o cese en el Gobierno por el espionaje con el programa Pegasus, que además de a figuras del independentismo, ha afectado a los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al de la ministra de Defensa. "Estamos en la fase de esclarecer los hechos, de revisar los teléfonos de miembros del Gobierno, esa es la fase que ahora nos ocupa. Tenemos que saber qué ha ocurrido", ha insistido Bolaños evitando hablar de cese y reiterando su "lealtad" a Margarita Robles. 

Cabe tener en cuenta que no solo han sido los independentistas quienes han pedido que haya ceses, especialmente de la ministra Robles o de la directora del CNI, Paz Esteban. También lo han exigido sus propios socios de la coalición, Unidas Podemos, cuando hacían un llamamiento a esclarecer los hechos, depurar responsabilidades, y si es necesario, que rueden cabezas. Durante esta crisis se han evidenciado las diferencias entre los dos partidos que conforman el Gobierno, ya que los morados, por ejemplo, han votado a favor de una comisión de investigación en el Congreso por el CatalanGate que los socialistas finalmente bloquearon. 

Una imagen impensable 

Respecto al CatalanGate, también ha manifestado que "en lo personal", entiende la "preocupación, inquietud y enfado" del president Aragonés por haber sido espiado, pero ha querido quitarle peso al asunto, destacando que la imagen de Sánchez y Aragonés hablando durante algunos minutos en Barcelona, esperando que Ursula von der Leyen llegara a las jornadas del Cercle d'Economia. En este sentido, ha reivindicado, "sería impensable hace unos años" y ha apostado por el "diálogo sincero" ante esta dificultad. "Hemos recuperado el horizonte de prosperidad en Cataluña y hay que afrontar los problemas con diálogo", ha añadido al respecto. Con todo, desde el independentismo se ve con unos ojos muy distintos este encuentro, dejando claro que la conversación que mantuvieron no es en ningún caso suficiente.