El Gobierno se remitía a las comparecencias de Margarita Robles y la directora del CNI en sus respectivas comisiones para aclarar el escándalo del CatalanGate, el espionaje masivo contra el independentismo. Pero este ejercicio de "transparencia" no ha llegado, al menos hoy. En la comisión de Defensa, la ministra Robles no ha aclarado ningún extremo sobre el caso Pegasus, amparándose en la ley de secretos oficiales. Al contrario, la dirigente socialista se ha dedicado a rebatir las críticas de los independentistas con ataques para hacer "insinuaciones sin pruebas". E incluso, lejos de retractarse, ha vuelto a justificar el espionaje, como ya hizo la semana pasada en la sesión de control del Congreso, argumentando "situaciones de violencia para las personas".

Ha sido preguntada justamente por el diputado de Junts, Josep Pagès, por sus palabras de la semana pasada. La ministra de Defensa ha recordado que ella es "absolutamente respetuosa con las ideas políticas" y ha justificado que lo que dijo que es que "el Estado de derecho ve situaciones de violencia para las personas que quizás son constitutivas de delitos". En este sentido, ha recordado que hubo "barricadas" o "se cortó el aeropuerto" del Prat, en referencia a los disturbios posteriores a la sentencia del procés. "Por suerte tenemos un marco constitucional que nos permite defender todo, pero con arreglo a la ley", ha remachado. Acto seguido ha subrayado que algunos comparecen ante la justicia y tienen "el coraje democrático de asumir el procedimiento judicial". En cambio, otros no lo han tenido, en clara referencia a los exiliados catalanes.

 

Más allá de esta polémica, la ministra de Defensa no ha aclarado ningún extremo sobre el espionaje al independentismo. "Tengo la limitación de no poder explicar cosas que mañana explicará la directora del CNI", ha apuntado Robles. Dicho esto, ha defendido Paz Esteban por soportar "estoicamente" todas las "elucubraciones" contra un organismo que "no se puede defender". Y en varias ocasiones ha salido al rescate de los "3.000 hombres y mujeres" que trabajan para los servicios de inteligencia. "Me siento orgullosa de España, de sus funcionarios públicos que cumplen con la legalidad", ha afirmado. "Errores puede haberlos, pero fisuras en el Estado de derecho créanme que no", ha remachado.

La titular de Defensa ha aprovechado la ausencia momentánea de la diputada cupera Mireia Vehí, a quien quería responder, para culminar su estrategia de contraataque al independentismo. "No es razonable venir aquí a hacer insinuaciones sin pruebas, y cuando llega el momento irse. Ella sabe que yo tengo un límite por ley y hablo por mí misma y no a través de los medios de comunicación", ha insistido Robles, que ha vuelto a desacreditar el laboratorio Citizen Lab. "En democracia sólo los jueces dictan responsabilidades, y quien crea que se ha cometido un delito contra él tiene que ir a los jueces para que estos hagan las pruebas", ha añadido. Y ha concluido: "Eso no es un escándalo político. Es un delito, que es más grave".

Críticas independentistas y más allá

El independentismo ha estado muy crítico durante la comparecencia, disparando contra la ministra de Defensa y apuntando contra las cloacas del Estado. La diputada de ERC, Montse Bassa, ha pedido que rueden cabezas: "En una democracia plena usted tendría que dimitir o ser cesada. Por legitimar el espionaje, por culpabilizar a las víctimas, por despreciar con soberbia Citizen Lab y The New Yorker, por ser responsable por activa o por pasiva de estos espionajes". En la misma línea, el diputado de Junts, Josep Pagès, ha le ha lanzado que ni ella "ni nadie de este gobierno tiene ninguna credibilidad". La diputada de la CUP, Mireia Vehí, ha preguntado "hasta cuándo aguantarán este espectáculo sin dar explicaciones públicas".

No sólo el independentismo han disparado contra Robles. También desde el mismo Gobierno. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha exigido "responsabilidades políticas al máximo nivel", sea cuál sea la autoría: "Usted sabe lo que debe hacer. No solo por su dignidad, sino por la del Gobierno". Se han sumado los partidos vascos. El portavoz de EH Bildu en la comisión, Jon Iñarritu, ha recordado el papel de Robles en el gobierno de Felipe González para desmantelar a los GAL: "Sabe que le tengo aprecio por la batalla que llevó en el pasado contra las cloacas. Me gustaría ver a la misma Margarita. De momento no la estamos viendo". Lo ha remachado el diputado del PNV, Joseba Andoni Agirretxea, que ha advertido que "lo que no se puede hacer es tapar lo que ya huele muy mal".