Barcelona ha acogido este sábado la Cumbre Euromediterránea de Regiones, un encuentro que ha reunido a una cincuentena de autoridades regionales y locales de la cuenca mediterránea, así como a representantes de instituciones europeas y de redes de cooperación territorial. El objetivo de la cumbre ha sido analizar el estado actual de la cooperación euromediterránea y reforzar el papel de las regiones en este marco. El cónclave ha culminado con la adopción de una declaración conjunta que trasladará a los estados miembros de la Unión por el Mediterráneo la visión de los gobiernos locales y regionales sobre el nuevo Pacto por el Mediterráneo promovido por la Comisión Europea. El documento consensuado defiende que este pacto debe poner en el centro la inclusión, la perspectiva de género y la diversidad cultural y lingüística, y reclama un “rol activo” por parte de los territorios en la definición e implementación de las políticas euromediterráneas.

El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha sido el encargado de inaugurar la cumbre y ha reafirmado la voluntad de Catalunya de incidir de manera directa en la configuración del nuevo Pacto por el Mediterráneo, la estrategia que debe guiar la cooperación regional los próximos años bajo el impulso de la Comisión Europea. “Las regiones debemos intensificar nuestro papel en la gobernanza europea y mediterránea, en la definición e implementación de las políticas”, ha defendido Illa, subrayando la importancia de una participación más activa de los territorios en la articulación de las respuestas a los retos comunes. En este sentido, ha reiterado el compromiso del Govern con el futuro de la cuenca mediterránea y ha afirmado que “Catalunya sigue creyendo en el Mediterráneo”, un espacio que, si es “más unido”, debe ser “sinónimo de un futuro mejor”.

La declaración conjunta adoptada este sábado tiene como objetivo influir en la definición e implementación del nuevo Pacto por el Mediterráneo y establece ocho ámbitos prioritarios para reforzar la cooperación en la región. Entre estos, destaca la necesidad de consolidar un entorno de paz que fomente el progreso, la prosperidad y la cohesión social, así como el reconocimiento explícito del papel insustituible que ejercen las regiones y ciudades como administraciones más cercanas a la ciudadanía. El texto también aboga por una gobernanza multinivel basada en el diálogo entre iguales y en la responsabilidad compartida entre las dos orillas del Mediterráneo. Además, se remarca la importancia de reforzar espacios de cooperación institucional como la Unión por el Mediterráneo y se reclama una arquitectura financiera ágil, accesible y que garantice el acceso directo y simplificado a la financiación europea para desplegar proyectos con vocación transformadora.