El futuro político de Catalunya se avista complicado y la gobernabilidad del país está en juego. Es lo que se desprende de la encuesta que ha publicado este domingo La Vanguardia; una encuesta que no afecta a una intención de voto que se pueda reflejar de manera inmediata en el Parlament, porque no hay previstas elecciones hasta el 2028, pero que no es baladí porque demuestra un cambio muy significativo en el mapa político catalán. Aunque se trata de una encuesta, se han disparado todas las alarmas porque augura una Catalunya muy fragmentada y potencialmente ingobernable, con una bajada dramática de Junts y una caída considerable del PSC, unida a un gran incremento de la extrema derecha, con una Aliança Catalana (la ultraderecha independentista) disparada y un Vox (el ultranacionalismo español) que avanzaría al PP. La política catalana, pues, se enfrenta a un relevo generacional y a un escenario de polarización que coloca a Catalunya en el mismo barco de otras sociedades occidentales que se ven dirigidas hacia una deriva de incertidumbre a causa de este auge de la extrema derecha que podría dinamitar los antiguos equilibrios.
Fragmentación y crecimiento ultra
Así, los resultados predicen un hundimiento muy fuerte de Junts, que pierde a 14 diputados, pasando de 35 en 21, y una caída notable del PSC, que a pesar de seguir siendo la fuerza más votada, pierde 6 escaños, bajando de 42 a 36. En contraste, la gran ganadora es Aliança Catalana, que pasa de 2 a 19 diputados, captando gran parte del voto que se escapa de Junts y ganando presencia especialmente a Girona y Lleida. El aumento combinado de fuerzas de ultraderecha, Aliança Catalana y Vox, sumaría 35 diputados, cifra próxima a la del PSC. Vox también crece, pasando de 11 a 16 escaños y superando en el PP, que cae a 13 diputados. Esta fragmentación extrema y el crecimiento de opciones ultras haría muy difícil formar mayorías estables. Ni la suma de izquierdas (PSC, ERC, Comuns y CUP) ni grupos independentistas ni la derecha tienen mayoría absoluta asegurada. Bien, de hecho, habría una combinación de mayoría alternativa de la derecha sumando a los diputados de Junts, Aliança Catalana, PP y Vox, pero es ideológicamente imposible, ya que "exigiría poner de acuerdo a los independentistas de Junts y Aliança con los populares y los ultraespañolistas de Vox", apunta el rotativo.
El crecimiento constante del partido de Orriols
El ascenso de Aliança Catalana es constante desde el 2024 en los sondeos, y parece que es imparable. En el último barómetro de opinión política del 2025 del Centro de Estudios de Opinión (CEO), publicado el pasado 16 julio, el partido que lidera Sílvia Orriols se disparaba en intención de voto y llegaba a quintuplicar los resultados que obtuvo en el Parlament de Catalunya en las elecciones del 12 de mayo. En aquel barómetro, se le otorgaban entre 10 y 11 escaños -ahora tiene 2- pero en solo dos meses, la encuesta de La Vanguardia ya le otorga 19 diputados. El barómetro también daba para otras lecturas: el partido independentista de ultraderecha cuenta con un electorado muy fiel -el 84% los volvía a votar- y crece a costa de recoger votos provenientes del electorado de otros partidos, especialmente de Junts per Catalunya y del Partido Popular. Un 8% de los que votaron a los de Carles Puigdemont en el 2024 se pasarían ahora a Aliança, mientras que lo harían también un 7% de los que el 12-M escogieron Alejandro Fernández, según el barómetro de julio.
El papel de los jóvenes en el auge de Vox
La encuesta de La Vanguardia constata el papel de los jóvenes en el crecimiento de Vox, que es la formación más votada entre los menores de 34 años, y también recoge un apoyo considerable de la franja hasta los 54 años. "En cambio, Aliança Catalana mantiene unos registros estables en todos los tramos de edad: la votarían uno de cada diez consultados. Los socialistas –pero no Junts– solo recuperan aliento entre los votantes mayores de 54 años (un grupo que da la mayoría al PSC, ya que uno de cada cuatro electores de esta edad votaría socialista)", afirma el rotativo.
¿Qué está haciendo disparar Aliança Catalana?
Aliança Catalana ha estado capitalizando la insatisfacción dentro del electorado independentista, especialmente entre votantes que demandan una posición más firme o diferente con respecto a la estrategia de Junts. Este partido ha ganado apoyo donde Junts tradicionalmente era fuerte, especialmente entre votantes de centroderecha que ven en Aliança una opción más alineada con sus ideas. Junts ha registrado dificultades para articular una estrategia consistente, generando pérdida de confianza y votos hacia Aliança. Eso también ha provocado preocupación en el otro partido independentista con fuerza, Esquerra Republicana, porque teme que este acercamiento pueda provocar la tentación en Junts de acercarse, en temas como la inmigración, a los postulados de la extrema derecha independentista que representa a la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, como reconocía recientemente el vicesecretario de Comunicación y Portavoz de ERC, Isaac Albert. "Aliança Catalana señala claramente a un enemigo y trabaja para dividir a la sociedad, igual que hace Vox. No ayuda a la convivencia, a que es el bien más preciado que tiene toda sociedad," aseguraba Albert.
Aliança Catalana no se ve afectada negativamente por casos de corrupción o escándalos políticos que sí que afectaron a otros partidos. Pero el partido de Orriols ha crecido en un contexto de debate intenso sobre inmigración y seguridad. Aliança Catalana ha incorporado en su discurso temas que atraen votantes preocupados por estos asuntos, además de ocupar un espacio político nuevo que mezcla independentismo con posiciones conservadoras en ámbitos sociales y económicos, diferenciándose de Junts y otros partidos tradicionales. Así, aunque Aliança es un partido independentista de ultraderecha, buena parte de sus votantes también serían contrarios a romper con España, según un sondeo de El Mundo publicado este mes, según el cual, un 50,8% del suyo electoral votaría "sí" en un referéndum de autodeterminación, mientras que un 47,7% se opondría, y eso le permite ampliar su base electoral y que pueda captar voto tanto de sectores independentistas desencantados con Junts, ERC o la CUP, como de votantes no independentistas provenientes de partidos como Vox, PSC, PP y Comuns.