La tensión no para de crecer a Ciudadanos. Después de que Edmundo Bal anunciara su candidatura para liderar la formación naranja, la líder del partido, Inés Arrimadas, ha comparecido ante los medios de comunicación por plantar cara a este desafío. Arrimadas ha remarcado su compromiso con un partido unido y ha reprochado a Bal su movimiento. Ha asegurado que quiere evitar una "batalla campal", por eso ha pedido a Bal que "recapacite y retire la candidatura". Arrimadas ha advertido a su competidor: si no le hace caso, ella presentará su lista a la asamblea de Ciudadanos en enero.

"Llamaré de nuevo a mi compañero, amigo y mano derecha, Edmundo Bal, para reconducir la situación," ha afirmado Arrimadas. ¿Hacia dónde la quiere reconducir? Hacia una lista unitaria. Este lunes, la líder de la formación ha expuesto que hace meses que en el seno del partido está trabajando en la creación de una candidatura unitaria. Arrimadas ha reprochado a Bal que conocía este proyecto unitario y, sin embargo, ha decidido ir por libre. La líder del partido ha justificado no haber anunciado esta candidatura antes para salvaguardar el proceso de refundación y que los focos no se centraran en quien.

Arrimadas no ha dado más detalles sobre su papel dentro de esa candidatura unitaria, más allá de decir que participaría en la rama política. Se ha centrado en insistir en que quiere evitar una guerra dentro de su partido y más cerca de las elecciones autonómicas y municipales. "No podemos permitir tirar por la borda los 4 años que llevan trabajando los candidatos", ha sentenciado.

Discrepancias entre Arrimades y Bal

En la rueda de prensa, Arrimadas ha reconocido las discrepancias con su compañero de partido: "En las últimas semanas, Edmundo y yo hemos tenido discrepancias importantes en leyes. Pero eso no llevará al partido a la ruptura". Sobre estas discrepancias ha apuntado que son respecto a posiciones antagónicas respecto a las últimas políticas del gobierno español, siendo la postura de Bal más cercana al Ejecutivo.

Bal en su momento afeó a Arrimadas su dura deriva a la derecha de la formación, afirmado que bajo su liderazgo "parece un partido de derechas, subalterno del PP". Arrimadas respondió a estas acusaciones asegurando: "No somos ni un apéndice del PP, ni del gobierno de Pedro Sánchez".

Pese a este dardo hacia las posiciones de Bal, la líder de los naranjas insistió en mostrar su proximidad con el portavoz del partido en el Congreso, repitiendo en varias ocasiones que es "su amigo, su mano derecha". "Ni siquiera estas discrepancias pueden llevar el partido a la ruptura y menos en estos momentos", sentenció.