Era diciembre de 2018 cuando Quim Torra y Pedro Sánchez -Aragonès estaba- firmaron la famosa Declaración de Pedralbes. El documento hablaba de "conflicto sobre el futuro político de Catalunya" y enterraba el concepto de "crisis interna de convivencia entre catalanes" que hasta entonces habían utilizado a los dirigentes socialistas para referirse al procés catalán. El texto también apostaba por "un diálogo efectivo" que sirviera para "vehicular una propuesta política" en el marco de la "seguridad jurídica". Para Pere Aragonès, este texto debe ser el punto de partida de la reanudación de la negociación con el Estado.

Los indultos

Como es tradición, el president de la Generalitat ha pronunciado la conferencia inaugural de la reunión anual del Círculo de Economía. Delante de un auditorio rellenado de empresarios, ha emplazado a Pedro Sánchez -que el viernes se sentará a la misma silla que él hoy para clausurar las jornadas- a demostrar que tiene voluntad de resolver el conflicto "en las próximas semanas". No los ha mencionado, pero se ha entendido que hacía referencia a los indultos. "Si hay pasos será una señal que se puede adelantar en este camino [del diálogo]", ha afirmado.

 

Instantes después de que el presidente del Círculo de Economía le haya rogado gobernar con "realismo", Aragonès ha admitido que la reactivación del diálogo será un proceso "extremadamente complicado", porque las distancias están. Ahora bien, ha garantizado que tiene "todo el compromiso en una nueva etapa de negociación", de la misma manera, ha dicho, que tiene "muy claras las convicciones independentistas, republicanas y progresistas". "Y las defenderemos".

Como ya ha hecho en otras ocasiones, ha recordado al Estado que "tiene la obligación de presentar su propuesta" para Catalunya. "A partir de aquí, podremos debatir y contraponer modelos", ha explicado. "Cojamos Pedrables y empecemos a andar", ha concluido.

Aragonès junto al presidente del Círculo de Economía. / Sergi Alcàzar

Traspaso de competencias

Al margen del conflicto político, Aragonès ha desgranado su proyecto de reconstrucción económica, anclado en la llegada de los Fondos Next Generation. En relación a esta cuestión, ha tirado de su habitual discurso desde que es president, el de las cuatro revoluciones -social, feminista, verde y democrática- para "sacudir el país". 

El jefe del ejecutivo catalán ha aprovechado la cita para exigir al Estado el traspaso a la Generalitat del Puerto y el aeropuerto del Prat, como también del consorcio de la Zona Franca. 

Aragonès ha presidido la sesión inaugural de la reunión anual del Círculo de Economía. / Sergi Alcàzar

La cena de la discordia

Ya a última hora de la tarde, el president participará en la recepción oficial que el Círculo organiza con empresarios coreanos, que asisten a la cita acompañando al presidente de Corea del Sur. En el acto informal también estará el rey Felipe VI. El president, en cambio, ha excusado su presencia a la cena de gala, donde también estará el monarca. Su sitio lo ocupará la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, después de que el vicepresident Puigneró se haya negado a representar el Govern en la comida. La presencia del gobierno en la mesa con el rey ha indignado a la CUP y ha dividido a los socios de gobierno.

En la imagen principal, Aragonès en el Círculo de Economía