No ha habido ni un solo diputado socialista que este miércoles, a primera hora, haya querido hacer declaraciones a las decenas de periodistas que esperaban en los pasillos del Congreso de los Diputados. Todavía era reciente la herida: no hacía ni 24 horas que José Luis Ábalos rompía con el PSOE y se marchaba al Grupo Mixto, y que el partido respondía al desafío suspendiéndolo cautelarmente de la militancia. A Pedro Sánchez y a sus ministros les esperaba en el hemiciclo de la madrileña Carrera de San Jerónimo una ofensiva del PP. El caso Koldo ha sido la munición de los hombres de Feijóo; y la sesión de control al Gobierno se ha convertido en una disputa del 'y tú más' sobre qué partido ha sido más corrupto.

"Mucha tristeza" es la que ha reconocido haber sentido Ximo Puig cuando escuchó la rueda de prensa de este martes de José Luis Ábalos, al ver cómo había llegado a escalar el conflicto entre el exsecretario de Organización del PSOE y la actual dirección del partido. Él sí que se ha detenido, en un momento del Pleno de este martes, a responder a las preguntas de los periodistas. "Humanamente, lo entiendo todo; pero en términos políticos, no", ha manifestado el expresident del País Valencià en los pasillos de la cámara baja. Ha defendido que el PSOE "ha actuado adecuadamente", y ha aseverado que "alguien que ha sido responsable de Organización del partido sabe muy bien la responsabilidad que tiene cada uno".

Mientras tanto, algún ministro de la cúpula de Pedro Sánchez intentaba quitar hierro a la situación, señalando que Ábalos solo se está defendiendo. No hay en la Moncloa "ningún miedo" por la información sensible que pueda tener el exministro en sus manos, y al mismo tiempo están tranquilos porque aseguran tener el compromiso de Ábalos que respetará la disciplina de voto del PSOE.

 

Así se pronunciaba este ministro después de plantar cara dentro del hemiciclo a un PP decidido a atacar al Gobierno a través del caso Koldo. El primer enfrentamiento ha sido entre los máximos líderes del PSOE y del PP. Sánchez y Feijóo han inaugurado una sesión de control amarga en la que se han acusado mutuamente de ser cómplices con la corrupción, a través de la trama del exministro de Ábalos y del caso del hermano de Isabel Díaz Ayuso, los dos por presunto enriquecimiento ilícito mediante la compraventa de mascarillas durante la pandemia del coronavirus.

"Usted lo sabía, al menos desde hace tres años, y lo tapó", "a usted la caída en desgracia de Ábalos no lo protege, sino que lo desnuda" y "no esparza lo que usted tiene debajo" han sido algunas de las frases estrella de Feijóo en este cara a cara con Sánchez. En su respuesta, el presidente del Gobierno ha llegado a hablar de "un caso de corrupción de la señora Ayuso", ha acusado al PP de "cortar la cabeza" de Pablo Casado y ha asegurado que el papel de Feijóo pasa por "tapar" la corrupción existente en el partido que lidera.

Ofensiva del PP con el caso Koldo

El PP ha llegado este miércoles al Congreso de los Diputados con preguntas preparadas para Pedro Sánchez y cuatro ministros más por el caso Koldo. A Félix Bolaños lo ha atacado el diputado Miguel Tellado, a Fernando Grande-Marlaska le ha tocado responder a preguntas de Cuca Gamarra, mientras que Óscar Puente ha tenido que enfrentarse a Ester Muñoz, y Víctor Ángel Torres a las preguntas del popular Pedro Muñoz.

 

Puente ha respondido a las acusaciones recordando la foto de Feijóo con el narco Marcial Dorado en un yate en Galicia, además de denunciar el caso Bárcenas. "Una organización criminal es aquella que cuando detecta un caso de corrupción en lugar de llevar las pruebas a la justicia las rompe a martillazos", ha aseverado el ministro de Transportes. Bolaños, por su parte, ha acusado al PP de "robar a manos llenas". "Me repugna la corrupción", ha querido dejar claro también al ministro de la Presidencia y de Justicia.