El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, que declaró ante el juez Leopoldo Puente por el caso Koldo la semana pasada negando cualquier implicación, ha vuelto a abrir la puerta a pactar con la Fiscalía Anticorrupción. Según revela El Confidencial, su abogado, José Aníbal Álvarez, hace solo unos días reiteró al fiscal Alejandro Luzón que Ábalos seguía dispuesto a pactar y se ha comprometido a cerrar una cita para tratar los términos en los que se produciría una confesión. El exministro también se ha mostrado abierto a "tirar de la manta" y ampliar la información que tiene en su poder sobre los hechos que se investigan después de la declaración de Santos Cerdán, que acabó con su ingreso en prisión. Ábalos tuvo la oportunidad de colaborar hace una semana después de que el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) revolucionara el caso Koldo y lo situara en una situación todavía más delicada. Su primera reacción fue intentar pactar con la Fiscalía.
La voluntad de Ábalos de pactar con la Fiscalía se tiene que consumar a través de una declaración voluntaria en la cual acceda a contestar a todas las partes y en la cual ofrezca datos precisos que todavía no se han revelado. Si no es así, sus esperanzas de evitar la prisión se reducirían. Ábalos tendrá que decidir si se arriesga a levantar la alfombra e implicar a sus compañeros y asumir delitos, que, hasta ahora, ha negado.
Ábalos niega su implicación en el caso Koldo
Durante su declaración en el Tribunal Supremo, Ábalos negó cualquier implicación en el cobro de comisiones y en la venta fraudulenta de material sanitario durante la pandemia de la covid. No cargó contra Santos Cerdán, a pesar de que públicamente aseguró que tanto Cerdán como quien era su mano derecha, Koldo García, habían orquestado una trampa para implicarlo en una organización criminal, que realmente dirigían ellos. Además, puso en cuestión las grabaciones de audios de Koldo e incluso insinuó que estaban manipulados y aseguró que no declararía hasta confirmar su veracidad.
Ábalos declaró durante 1 hora y media, y acabó respondiendo las preguntas del juez y la Fiscalía. Ábalos chocó con el magistrado, porque puso en cuestión la legitimidad de los audios. El juez advirtió que estas quejas estaban fuera de lugar. El exministro se quejó especialmente de la grabación en la cual se habla de prostitutas porque el audio no tiene relevancia penal y le ha hecho mucho daño personal. El exministro se mostró categórico al negar cualquier implicación en las presuntas irregularidades en las adjudicaciones y, en consecuencia, que cobrara comisiones por eso. Preguntado sobre si recibió una nota de Cerdán con propuestas de nombramientos en puestos clave. Ábalos afirmó que no recuerda haberse reunido expresamente para eso con quién fue su sucesor como secretario de Organización del PSOE, pero sí que varias personas le trasladaron propuestas en este sentido.
En el último auto, el juez asegura que hay claros indicios —especialmente "consistentes" después del informe Cerdán— que Ábalos podría haber cometido los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y soborno, pero rechazó enviarlo a la prisión.