El videoarbitraje, la gran novedad del Mundial de Rusia 2018, ha sido protagonista de principio a fin, convertido en un actor más de la competición. El fútbol es un deporte de debate, de discusión, de polémicas arbitrales, pero con el VAR se han reducido, pese a que no erradicado. El calor del fútbol todavía perdura.

En Rusia no ha habido un gesto más utilizado que el de dibujar un rectángulo en el aire con los dos dedos índices. Jugadores, entrenadores, árbitros y hasta los aficionados en las gradas lo han hecho, para solicitar la revisión de las imágenes. Porque el VAR se ha convertido en el gran juez al cual ahora todos quieren recurrir cuando hay alguna jugada polémica.

No se ha acabado el debate, porque hasta la final Croacia se quejó de que se utilizara el VAR para señalar un penalti y no se usara para detectar que no fue falta el origen del primer gol francés. Pero sí se ha integrado como un elemento más del juego. Ya nadie se queja por los segundos de espera que transcurren hasta la decisión del árbitro.

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La eficiencia del VAR

Según la FIFA, gracias al VAR el acierto arbitral se ha acercado a la perfección (99'2%). Utilizado en más de 400 ocasiones, incluida la final, el videoarbitraje "ha acabado definitivamente con los goles en fuera de juego", según afirma un eufórico Gianni Infantino, presidente de la FIFA. El VAR no sólo ha rectificado decisiones arbitrales en 16 ocasiones, sino que ha tenido una influencia directa en el juego. Nunca hasta este Mundial se han pitado tantos penaltis (29), ni se han marcado tantos goles a balón parado (70, siendo un 42% del total).

Los árbitros no se han expuesto al hecho de que el VAR corrigiera sus decisiones dentro del área y los jugadores han evitado las cogidas y empujones que ahora son vigilados por más cámaras. La consecuencia ha sido que hasta los córners han recuperado un protagonismo imprevisto (30 goles).

Se abre un nuevo capítulo en el mundo del fútbol. El VAR ha llegado para quedarse y para hacer más justo un deporte injusto por tradición. Seguirá habiendo errores porque no se rearbitra el partido, pero sí que corrige errores manifiestos.