Los que siempre han seguido muy atentamente todas y cada una de las noticias relacionadas con Volvo saben muy bien que la marca sueca pasa por ser uno de los fabricantes europeos que más está apostando por la electrificación y que, al contrario de lo que han anunciado el Mercedes y en BMW, por mucho que las ventas de los coches eléctricos en Europa hayan caído en los últimos meses y que la implantación de este tipo de modelos no esté siendo la esperada, sus planes no van a cambiar en este sentido.

Es más, el fabricante sueco puede presumir de ser actualmente el tercer fabricante que más coches eléctricos vende en Europa, en un duelo muy reñido con BMW en la segunda posición y en el que, eso sí, tanto la marca sueca como la marca alemana siguen estando muy lejos de Tesla, la dominadora absoluta de los eléctricos en Europa.

 

El hecho de que Volvo está apostando cada vez más por los modelos eléctricos no está provocando otra cosa que, como es lógico teniendo en cuenta que al final este tipo de inversiones tienen que acabar siendo rentables, algunos modelos del catálogo del fabricante estén desapareciendo y, aún más en concreto, un tipo de mecánica que había dado muchas alegrías a la marca hace no muchos años.

Volvo dice adiós definitvamente a los diésel

Y es que ha sido la propia marca la que haga un ciado que hace apenas unos días el último modelo Volvo configurado con un motor diésel ha salido de sus fábricas, poniendo así punto y final a esta mecánica que se convirtió en uno de los mejores argumentos de venta de la marca sueca.

Así, el último día es el fabricado por Volvo no ha sido otro que un XC90, uno de los mejores modelos de la marca y que, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que se trata de un modelo histórico, no se va a poner a la venta sino que va a ir directamente a uno de los museos del fabricante, entre otras cosas porque representa el adiós definitivo devuelvo a los motores diésel y un avance más que significativo por parte de la marca en su objetivo de convertirse en una marca 100 × 100 eléctrica.

 

Un objetivo que pretenden alcanzar en 2030 de la mano de coches 100 × 100 eléctricos así como de la mano también de coches que cuentan con motores híbridos enchufa hables, un tipo de mecánica que se está convirtiendo en una de las más populares en Europa. Lo que es evidente es que los que busquen un Volvo con motor diésel tendrán que acudir ya al mercado de segunda mano.