Es más que evidente que, a nivel de estatus y sobre todo a nivel de precios, las diferencias actuales entre las marcas generalistas y las marcas premium siguen siendo más que notables.

Sin embargo, no es que sea precisamente ningún secreto que en los últimos años muchos fabricantes generalistas han dado pasos muy importantes hacia delante en lo que se refiere al diseño, la tecnología y las calidades de sus modelos, especialmente en las versiones más altas de sus mejores modelos, de tal forma que ahora son muchos los modelos generalistas que no tienen tampoco mucho que envidiar algunos modelos premium en este sentido.

 

Un buen ejemplo son dos de las novedades más importantes de Skoda en los últimos tiempos, las nuevas generaciones tanto del Superb como del Kodiaq, dos modelos que representan dos de las mejores opciones dentro del catálogo de un fabricante que dejó de ser una marca low-cost hace ya mucho tiempo y apostó, de la mano del grupo Volkswagen, por dar un salto adelante a nivel de calidad.

La interesante novedad en el cambio automático de Skoda

Lo que seguramente muy pocos se esperaban es que fuera precisamente Skoda, una marca generalista, la que se inventará una solución muy interesante en lo que se refiere a sus transmisiones automáticas. En este sentido, cabe tener en cuenta que este tipo de novedades suelen llegar de la mano de las premium, de ahí que la sorpresa haya sido enorme para muchos.

 

Tal y como saben los que se han interesado por las nuevas generaciones tanto de la berlina como del SUV, una de las principales novedades es que, más allá de que son los modelos que han dicho adiós definitivo a la transmisión manual, el selector de marchas de transmisión automática no se encuentra en el pilar central, sino que se encuentra situado en una palanca detrás del volante, algo habitual en muchos coches eléctricos.

No ha sido otro que el responsable del diseño interior de los Skoda, Dimitrios Darkoudis, el que ha explicado esta novedad apuntando que “los cambios automáticos acabarán imponiéndose por las ventajas en eficiencia que suponen frente a los manuales, pero también es una forma de acostumbrar al conductor a los futuros coches eléctricos, en los que solo controlará la elección en un mínimo de casos”.