Audi prepara el lanzamiento del Q9 para 2026, un SUV de gran tamaño que se convertirá en el nuevo buque insignia de la gama. Con dimensiones superiores a las del Q7 y una arquitectura pensada para albergar mecánicas potentes, esta apuesta busca posicionarse como una alternativa directa al BMW X7 y al Mercedes GLS. El Q9 llega para cubrir un espacio que Audi no había explorado con tanta contundencia, y lo hace con una propuesta que combina volumen, presencia y tecnología al nivel del segmento más alto.

Este nuevo modelo estará construido sobre la plataforma PPC del Grupo Volkswagen, una arquitectura orientada a vehículos grandes que admite tanto motorizaciones térmicas como híbridas enchufables y sistemas de microhibridación. En este sentido, Audi optará inicialmente por una gama con motores de combustión e hibridación ligera, reservando versiones 100 % eléctricas para otros productos de la familia e-tron. La tracción total quattro será un elemento común en prácticamente todas las versiones, lo que refuerza su enfoque como SUV de alto rendimiento y capacidades dinámicas.

 

Las proporciones del Q9 lo situarán claramente en el terreno de los SUV de lujo de grandes dimensiones, con una longitud que superará los cinco metros. Esto permitirá ofrecer configuraciones interiores de hasta siete plazas, además de un maletero generoso y un habitáculo con amplias posibilidades de personalización. La prioridad estará puesta en el confort y la habitabilidad, con materiales de alta calidad y una disposición de mandos orientada al conductor sin renunciar al lujo en las plazas traseras.

Diseño robusto y lenguaje visual de alta gama

Estéticamente, el Q9 adoptará el lenguaje más reciente de la marca, con una parrilla frontal de gran tamaño tipo Singleframe, faros divididos en dos niveles y un paragolpes con entradas de aire prominentes. La vista lateral destacará por unas líneas tensas y proporciones equilibradas, con un perfil que combinará fluidez y robustez. Llama especialmente la atención la posibilidad de incorporar una franja luminosa trasera que una los grupos ópticos, un recurso que refuerza la presencia visual del vehículo.

 

En el interior, se espera un nivel de refinamiento superior al del actual Q7, con materiales nobles, iluminación ambiental configurable, pantallas de gran formato y sistemas avanzados de asistencia a la conducción. La experiencia tecnológica se completará con un sistema de infoentretenimiento de última generación, funciones de control por voz y conectividad total. Además, los acabados más altos podrían incorporar suspensión neumática adaptativa, climatización multizona y elementos propios de berlinas de representación.

La llegada del Q9 supone un paso estratégico para Audi en el segmento de los SUV de lujo de gran tamaño. Por otro lado, representa un reto frente a rivales con una trayectoria consolidada en este tipo de vehículos. Sin embargo, la combinación de diseño imponente, habitabilidad, tecnología y enfoque premium permite anticipar que el Q9 tendrá argumentos sólidos para competir en igualdad de condiciones. Su desembarco en 2026 marcará un punto de inflexión en la gama SUV de la marca.