La detección de un positivo de gripe aviar en una granja de Lleida ha reactivado todas las alarmas sanitarias en el sector ganadero catalán. Se trata del primer caso confirmado en aves de corral en Catalunya desde 2023 y llega en un contexto de restricciones ya vigentes desde el pasado 17 de noviembre, tanto en el Estado como en el resto de Europa. A raíz de este caso, la Generalitat ha activado la alerta sanitaria y ha decretado un radio de restricciones de 10 kilómetros alrededor de la granja afectada. Según informó el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, “se han activado los protocolos y el sacrificio de todas las aves en esta granja positiva”.
Un virus altamente contagioso, pero con riesgo muy bajo para la población
La gripe aviar es una enfermedad vírica muy infecciosa entre aves, con una elevada tasa de mortalidad, hecho que obliga a medidas rápidas y contundentes cuando se detecta un positivo. Aun así, las autoridades insisten en que el riesgo para las personas es muy bajo.
El mismo Ordeig ha pedido calma a la ciudadanía y ha recordado que el virus “no afecta a los humanos ni implica limitaciones sobre el consumo de carne y huevos”. La transmisión de aves a humanos es excepcional y solo puede producirse en casos de exposición intensa y continuada, principalmente en entornos profesionales muy concretos.
¿Por qué se producen estos brotes?
Las principales hipótesis apuntan al contacto con aves salvajes migratorias, consideradas el principal vector de transmisión del virus. Con la llegada del invierno, muchas aves procedentes del centro y el norte de Europa se desplazan hacia la península Ibérica, aumentando el riesgo de entrada de la enfermedad.
De hecho, desde mediados de agosto y hasta el 11 de noviembre, ya se habían detectado varios casos de gripe aviar en aves silvestres en Catalunya, aunque hasta ahora no se había confirmado ningún foco en granjas. El Govern estudia si el origen del caso de Lleida podría provenir “de un animal del exterior”.
¿Qué restricciones hay actualmente?
Desde el 17 de noviembre, está prohibido que las aves de corral se mantengan al aire libre para evitar el contacto con aves salvajes potencialmente infectadas. Con el nuevo positivo, además, todas las explotaciones situadas dentro del radio de 10 kilómetros quedan paralizadas de manera preventiva, con controles y pruebas diagnósticas.
Ordeig no ha detallado la ubicación exacta de la granja afectada “para no entorpecer el trabajo de los profesionales y no generar riesgos de propagación”, pero sí que ha remarcado que no se ha detectado ningún otro positivo en el radio más cercano: “Es un elemento que nos facilitará mucho la contención de la enfermedad”.
Impacto sobre el sector ganadero
Este nuevo caso supone una nueva presión sobre un sector que ya arrastra otras crisis sanitarias, como la peste porcina. Las restricciones implican paradas temporales, sacrificio de animales y controles exhaustivos, con consecuencias económicas importantes para los ganaderos afectados.
¿Y el consumo, está garantizado?
Las autoridades sanitarias insisten en que el consumo de carne de ave y huevos es seguro. Ningún animal infectado entra en la cadena alimentaria y el virus no resiste las temperaturas habituales de cocción. Por lo tanto, no hay ninguna recomendación de cambio de hábitos para la población.