El DS 3 Crossback se presenta como una alternativa claramente diferenciada frente al Mercedes Clase A, apostando por una imagen premium, un elevado nivel de equipamiento y un precio considerablemente más bajo. Con una tarifa de partida de 30.499 euros, el modelo de DS Automobiles resulta 7.626 euros más barato que el compacto alemán en su versión más básica, que comienza en 38.125 euros. Esta diferencia económica permite acceder a un vehículo bien resuelto a nivel técnico y estético, con una configuración muy completa desde las versiones de acceso.

Diseñado sobre la plataforma CMP del grupo Stellantis, el DS 3 Crossback mantiene proporciones compactas, con 4,12 metros de longitud y una carrocería de tipo SUV. A nivel mecánico, la oferta gira en torno a bloques gasolina PureTech de entre 130 y 155 CV, además de una variante híbrida ligera y una versión 100% eléctrica. El consumo medio homologado de las versiones térmicas ronda los 5 l/100 km, con emisiones que parten de 112 g/km de CO₂. A pesar de sus dimensiones contenidas, el DS 3 ofrece un maletero de 350 litros, comparable al del Clase A, y una habitabilidad razonable para su tamaño.

 

Llama especialmente la atención el nivel de dotación disponible, incluso en los acabados iniciales. Faros matriciales LED, freno de mano eléctrico, pantalla táctil de 10,3 pulgadas, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, control de crucero adaptativo o reconocimiento de señales de tráfico son algunos de los elementos que forman parte del equipamiento. También destacan las opciones de personalización, con diferentes ambientes interiores, materiales de alta calidad y un diseño que apuesta por la diferenciación estética.

Menos potencia, más personalidad

En comparación con el Mercedes Clase A, el DS 3 Crossback no puede competir en términos de gama mecánica, ya que el modelo alemán ofrece potencias superiores que alcanzan hasta los 224 CV en versiones convencionales. También queda por debajo en lo que respecta a comportamiento dinámico y refinamiento de marcha, donde el Clase A mantiene una ligera ventaja gracias a su arquitectura más enfocada al confort y a una puesta a punto más precisa.

 

Sin embargo, lo destacable en este caso es la propuesta alternativa que ofrece el DS 3. Frente al enfoque más sobrio y racional del Clase A, el SUV francés recurre a un diseño más emocional, con trazos singulares, soluciones de estilo exclusivas y un tratamiento del interior que prioriza la estética y el confort. Aunque no iguala al Mercedes en aspectos como el sistema multimedia o la variedad de motorizaciones, el DS 3 compensa con un planteamiento más atrevido y personal.

Por otro lado, el aislamiento acústico y el confort de marcha del DS 3 se sitúan por encima de la media del segmento, contribuyendo a una experiencia de conducción refinada sin necesidad de recurrir a versiones de gama alta. El ahorro respecto al Clase A permite, además, configurar versiones más completas manteniéndose por debajo de los 35.000 euros, lo que refuerza su posición como alternativa premium racional dentro del mercado compacto.