Los que siguen con atención todas y cada una de las novedades del sector del automovilismo comercial saben muy bien que el año 2035 es una fecha clave en este sentido. Y es que, como bien saben también en Dacia, es el año en el que la Comisión Europea ha fijado la prohibición de vender coches con motores de combustión en la Unión Europea. Y no tan solo motores gasolina o diésel sino también híbridos.
Así, los planes de la Unión Europea en este sentido es que a partir del citado año solo se puedan vender a Europa modelos 100 × 100 eléctricos. Un proceso que culminará en el año 2050, en el que la intención es que solo circulen este tipo de modelos por las carreteras del viejo continente.
Sin embargo, por mucho que la idea en este sentido sea muy clara, parece que el presente nada tiene que ver con el futuro. Y es que tan solo hace falta echar un ojo a los datos de ventas en España del primer cuatrimestre de este 2022 para darse cuenta que, por mucho que los eléctricos sean el futuro, el tipo de modelo que se busca más hoy en día en España no tiene nada que ver con éstos.
El modelo más buscado en España es un diésel con más de 10 años de antigüedad
No ha sido otra que la Ganvam, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, que ha aportado unos datos que revelan la situación en España: los cuatro primeros meses del año se han vendido unas 360.000 unidades en el mercado de segunda mano de modelos con motores diésel con más de 10 años de antigüedad, que no es que se sean precisamente los menos contaminantes.
Pero ojo porque seguramente lo más preocupante para las marcas es que, más allá de que sean modelos diésel con más de 10 años de antigüedad los que más se venden en el mercado de segunda mano, son precisamente mayores las ventas dentro de este mercado que las ventas de coches nuevos.
De esta forma, no son pocos los que ya avisan que no va a ser nada fácil que en España se cumplan los plazos en materia de la transición hacia la movilidad 100 × 100 eléctrica. De hecho, la crisis de ventas de los coches nuevos, evidentemente relacionada con las crisis en los últimos años así como la falta de microchips, está derivado en un aumento del mercado de modelos de segunda mano, modelos que no cuentan con la tecnología de los nuevos en cuanto a motores y eficiencia.
En este sentido son varias las voces que lanzan un aviso más que evidente: o bien rebajan los precios de los modelos con motores híbridos y eléctricos, o la tendencia, como se está comprobando estos últimos meses, no va a ser otra que la de inclinarse por un mercado de segunda mano en la que los coches menos contaminantes siguen siendo los protagonistas.