La cuota de mercado de los coches eléctricos varía de forma notable dependiendo del mercado en el viejo continente. Así, mientras en mercados como el español, el italiano o el portugués la cuota de los eléctricos sigue siendo muy baja y está muy por debajo de la que tienen los coches con motor de combustión, en otros mercados como los del norte de Europa, especialmente mercados como el de Noruega, Suecia o Finlandia, la cuota de los eléctricos es muy superior.

Es más, llama especialmente la atención que es lo que llevamos de año más del 80 % de coches que se han vendido en Noruega son coches 100 × 100 eléctricos. En este mercado actualmente el 20 % de los coches que circulan por sus carreteras son eléctricos, un tanto por ciento muy superior al que se puede ver en muchos otros mercados de las carreteras europeas.

En este sentido, son especialmente relevantes algunos de los datos que ha aportado un estudio que ha realizado el club de automóvil de Noruega, el NAF, entre otras cosas porque da detalles sobre algunos aspectos como la fiabilidad de los coches eléctricos, uno de los teóricos mejores argumentos de este tipo de coches.

Los eléctricos en Noruega tiene más pinchazos que los coches de combustión

Uno de los aspectos más curiosos que desvela este estudio es qué los coches eléctricos tienden a tener más averías en forma de pinchazo que los coches de combustión. Si bien es cierto que no se ha dado ningún tipo de explicación a esto, los datos están encima de la mesa, y corroboran que, entre las veces en las que un coche ha tenido que necesitar ayuda en la carretera por un pinchazo, han sido más las veces que lo han hecho coches eléctricos que coches de combustión.

Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que también ha aumentado el número de eléctricos en el parque móvil noruego, también lo ha hecho en un 30 % el número de veces que estos modelos ante querido asistencia en carretera, en muchas ocasiones también por problemas de descarga de su batería ya que no han podido llegar al punto de recarga.

Eso sí, en general, como apuntan en este organismo, “las razones por las que los conductores de coches eléctricos necesitan ayuda en carretera son en gran medida las mismas que las de los conductores de gasolina y diésel”, por lo que a nivel de fiabilidad vista desde este punto de vista un eléctrico no está por delante de un modelo de combustión.