El Audi RS 6 Avant seguirá vivo con motor V8 en su próxima generación. Cuando todo apuntaba a una electrificación completa, la marca ha decidido mantener el icónico bloque biturbo de 4.0 litros, ahora acompañado de tecnología híbrida enchufable. Esta decisión representa un giro estratégico de última hora para preservar uno de los modelos más emblemáticos de la gama Audi Sport, con una identidad muy marcada por su mecánica y carácter dinámico.
En lugar de eliminar el motor térmico en favor de una versión 100 % eléctrica, Audi optará por una estrategia dual. Por un lado, desarrollará una variante completamente eléctrica RS 6 e-tron, basada en la plataforma PPE que también utilizarán otros modelos como el A6 e-tron. Por otro, conservará una versión de combustión con electrificación parcial, sobre una arquitectura diferente, conocida como PPC, que dará vida al nuevo RS 6 híbrido enchufable.
No es ningún secreto que el V8 ha sido durante años uno de los principales argumentos del RS 6. Su nueva configuración como PHEV elevará la potencia por encima de los 700 CV, superando con holgura los 600 CV actuales. Esta actualización no solo permitirá una mejora en prestaciones, sino que también aportará eficiencia y cumplimiento con las futuras normativas de emisiones, sin romper con el legado del modelo.
Llama especialmente la atención que Audi recupere también la carrocería berlina en la quinta generación del RS 6, desaparecida desde hace casi dos décadas. Esta ampliación de la gama responde a una estrategia más amplia de diferenciación interna en el Grupo Volkswagen, que busca adaptar el ritmo de electrificación a las condiciones reales del mercado.
Camino dual: eléctrico y de combustión
El futuro RS 6, por tanto, llegará en dos versiones claramente diferenciadas. La eléctrica utilizará la mencionada plataforma PPE y se espera que supere los 670 CV. Compartirá base tecnológica con el Porsche Macan Electric y el Audi Q6 e-tron, aunque con un enfoque específico para berlinas deportivas. Su llegada está prevista para comienzos de 2026.
En paralelo, la variante híbrida enchufable apostará por una evolución del actual motor V8 biturbo, ya preparado para cumplir con normativas más exigentes. Este bloque, compartido en parte con modelos de Porsche y Bentley, se combinará con un sistema eléctrico de alto rendimiento, buscando ofrecer una alternativa de máximas prestaciones sin renunciar al sonido, el carácter y la respuesta inmediata que define al RS 6 desde sus orígenes.
Cabe destacar que esta decisión se produce en un contexto de reorientación de la estrategia eléctrica del grupo alemán. Las dificultades en mercados clave como China han provocado una revisión del calendario de lanzamientos de eléctricos puros, lo que ha abierto espacio para mantener modelos térmicos en convivencia con las nuevas propuestas eléctricas.
En este sentido, el movimiento de Audi permite seguir capitalizando un modelo de alta rentabilidad y fuerte carga simbólica. El RS 6, lejos de ser una pieza del pasado, se convierte así en un pilar estratégico para una transición más gradual hacia la electrificación, combinando pasado, presente y futuro en una fórmula que sigue funcionando.