La Fiscalía no acusará finalmente al exdiputado de Podemos y Sumar Íñigo Errejón por la presunta agresión sexual denunciada por la actriz Elisa Mouliaá. El ministerio público ha decidido pedir que se revoque la decisión del juez Adolfo Carretero, quien sí que cree que existen indicios para llevar a juicio al político por su interacción sexual con Mouliaá una noche de fiesta de septiembre de 2021. Sin embargo, la Fiscalía de Madrid considera que no hay pruebas suficientes como para sentar en el banquillo a Errejón, tal y como ha avanzado este miércoles El Español.
Errejón dimitió de sus cargos políticos en octubre de 2024 tras las acusaciones de Elisa Mouliaá, cuya defensa pide tres años de prisión para él. Los hechos denunciados habrían sucedido una noche de septiembre de 2021 en que ambos acudieron juntos a una fiesta en una vivienda particular tras un tiempo hablando por mensaje para conocerse. Según el testimonio de Mouliaá, Errejón la besó sin su consentimiento cuando subían en el ascensor y, más adelante, la metió en una habitación, le hizo tocamientos y se sacó el pene. Después, se fueron en coche al domicilio del político, quien volvió a intentar tener relaciones sexuales allí. La actriz, por su parte, afirmó ante el juez que recriminó a Errejón que su actitud la estaba haciendo sentir violentada e incómoda: "Íñigo, solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo", le habría dicho.
Errejón, por su parte, ha negado que las interacciones sexuales fueran sin consentimiento. "Vengo a defender mi inocencia", dijo a la prensa antes de entrar a los juzgados. El político declaró ante el juez Carretero que ella no estaba bajo los efectos del alcohol y que todo ello era un “flirteo” y que era “mutuo”, con el contexto de las conversaciones "subidas de tono" que habían mantenido desde hacía dos meses. Errejón admitió en su declaración que le tocó los pechos y el culo, pero dijo que ella también le tocó a él el pene por encima del pantalón. También rechazó que mantuviera actitudes violentas y afirmó que no vio malestar por parte de ella. Y negó que la cerrara en la habitación durante la fiesta.
Ninguno de los testigos que han declarado presenciaron los hechos, puesto que se desarrollaron en la intimidad. Los testigos han manifestado que no vieron nada extraño y que tampoco se enteraron si Mouliaá estaba bajo los efectos del alcohol, a pesar de que uno de ellos sí que dijo que el día siguiente la actriz le dijo por teléfono que el exdiputado era un "baboso, que se había pasado con ella en la casa y que lo tuvo que parar". Se reveló una conversación entre Mouliaá y una amiga suya llamada Soraya, testigo principal en el juicio, a quien la denunciante presuntamente habría presionado para que replicara su misma versión de los hechos. Mouliaá le habría pedido que “facilite” las cosas por no verse "sentada en el puñetero banquillo de los acusados". "Y ya no solo es que me acusen de denuncia falsa, sino todo el que tenga que pagar, que no tengo, voy al día", habría dicho Mouliaá a la testigo, al que la mencionada Soraya responde reprochándole que la intente "chantajear" y añade: "La realidad, tía, es que tú estás a punto de poner a un tipo en la prisión por una cosa que no ha hecho en aquel momento". Errejón y Mouliaá se han acusado mutuamente de contaminar los testigos presionándolos y el político presentó una querella contra la actriz por calumnias.
Errejón, procesado: el juez ve “indicios” y da validez al relato de Mouliaá
El exportavoz de Sumar en el Congreso fue procesado por agresión sexual este noviembre. El titular del Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid, el juez Adolfo Carretero, decidió esto al considerar que hay indicios y al dar validez al relato de Mouliaá, el "principal indicio probatorio". En el auto, el instructor incidió en el hecho de que la artista "no tenía ningún móvil espurio, enemistad, odio o venganza" contra el exdiputado, "sino más bien todo lo contrario", al tiempo que subraya que "su declaración es coherente en lo esencial". Así, valoró que "las posibles lagunas o contradicciones en su declaración (la de Mouliaá), las aclaró (...) después de un largo y exhaustivo interrogatorio, en el que en todo momento mantuvo la coherencia, explicando que si no reaccionó ante el abuso más rápidamente, como hizo en el tercer episodio, fue porque estaba aturdida, bloqueada ante la situación y la personalidad de su presunto agresor, además del efecto de la bebida y los medicamentos que tomaba".
En esta línea, el juez recuerda que el exdiputado dimitió "por conductas inapropiadas con mujeres". "En relación con la persistencia en la incriminación, hay que decir que el retraso de la denuncia según el Tribunal Supremo es un dato a tener en cuenta, pero que no supone que la denuncia tenga que ser falsa", argumenta. Finalmente, el instructor mencionó el hecho de que la actriz dijera en una conversación telefónica que le parecía que los hechos no eran delito, e incide en la idea de que esto "no supone que no lo sean". "La denunciante no es experta en Derecho ni tiene que calificar los hechos, bastando con que los exponga, como ha hecho", concluyó Carretero.