Esta mércoles por la mañana, a primera hora, ha arrancado el desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, un espacio que en los últimos meses ha centrado parte de la actualidad de esta ciudad del área metropolitana por la batalla de su alcalde, el popular Xavier Garcia Albiol, para conseguir el permiso judicial para acceder al interior del edificio, de titularidad municipal, y echar a las 400 personas que viven allí desde hace años —según las últimas informaciones, quedan unas 200—. Con equipos de orden público de los Mossos d’Esquadra, con ARRO y la Brigada Móvil, y con un dispositivo de gran magnitud, uno de los más grandes hechos nunca en nuestro país, se está haciendo efectiva la orden del juzgado contencioso-administrativo número 11 de Barcelona que ordena su desalojo. A las seis de la mañana, los agentes que participan en el operativo han recibido las últimas instrucciones y se han dirigido hacia el punto, que a las siete ha quedado blindado. Durante la siguiente hora, la policía les ha ido avisando de que tenían que abandonar las instalaciones, y la intervención ya era "inminente" hacia las ocho y media. En el lugar de los hechos, una decena de activistas han hecho cánticos contra todos los partidos políticos a la espera de la intervención definitiva de las autoridades.

En el auto judicial, que daba quince días para hacer efectivo el desalojo de las naves donde viven grupos de personas sin hogar, la mayoría inmigrantes en situación irregular en nuestro país y de diversas nacionalidades, se autorizaba a hacerlo con presencia policial, tal como ha acabado ocurriendo. Hace semanas que los mandos de la comisaría de Badalona de los Mossos d’Esquadra y también de la Región Policial Metropolitana Norte han trabajado en este dispositivo, que se prevé largo, teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que hay en el interior. Los últimos días, algunas de las personas que había en el interior de la nave ya han salido por su propio pie, de manera coordinada, algunos de ellos con servicios sociales, para intentar encontrar un lugar donde pasar los días que vienen de frío. Si bien en algún momento había 400 personas en el interior, se cree que esta mañana, cuando la policía ha accedido al interior, había unas 200

 

De manera paralela, el consistorio badalonés ha activado también un dispositivo social para dar apoyo de emergencia a las personas sin hogar que durante la mañana serán obligadas a abandonar las naves del antiguo edificio. La magistrada que firma la autorización de desalojo así lo ha pedido: que el consistorio haga lo posible por dar apoyo social a las personas que hasta ahora vivían en este antiguo instituto de Badalona. En el operativo, además de los Mossos d’Esquadra y la policía de la ciudad, participa también la Policía Nacional, titular de la aplicación de la ley de extranjería.

Según el consistorio, este equipamiento se ha convertido en un nido de conflictos, delincuencia, venta de droga y prostitución, por un grupo de personas —no todas— que generan graves problemas de seguridad ciudadana y que saben que, hasta hoy, la policía no podía acceder al interior del espacio ocupado. El Ayuntamiento de Badalona, durante los meses que se ha alargado el contencioso judicial, se planteó ubicar en el exterior del espacio una patrulla fija de la policía municipal, pero los mandos lo descartaron por la peligrosidad que habría generado para los agentes. El operativo de esta mañana en el barrio de Sant Roc seguirá por la tarde, manteniendo agentes de la Brimo en la zona, por posibles protestas que grupos de apoyo a los okupas puedan organizar de cara a la noche ante el Ayuntamiento de Badalona.

 

Homicidio en agosto y agresión a periodistas

El pasado mes de agosto, un hombre mató a otro a cuchilladas, tal como avanzó ElCaso.cat, en una pelea en esta nave ocupada en el barrio de Sant Roc de Badalona. Uno de los okupas, que hacía poco que había llegado, atacó a otro, hiriéndole de gravedad, y acabó muriendo. En aquel momento, el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, que aseguró que hacía dos años que trabajaba para desahuciar el espacio, lo calificó de “surrealista e indignante” y que nadie, más allá del consistorio, hacía nada para recuperar el espacio donde viven decenas de personas “al margen de la ley”. “Es surrealista y profundamente indignante que un ayuntamiento tenga que soportar un calvario judicial interminable para recuperar lo que es suyo mientras los vecinos sufren los efectos de esta situación”, aseguró en aquel momento el alcalde. Las quejas de los vecinos, hartos de la inseguridad que genera un grupo de las personas que viven en el interior del B9, se han hecho oír en los últimos meses.

Una de las trabas que esgrimía desde el juzgado que debía autorizar el desalojo es que el Ayuntamiento debía facilitar una alternativa habitacional a los ocupantes para poder echarlos, un extremo que Albiol siempre se ha negado a ofrecer. Por principios, aseguró el alcalde, no darán casa “a los que van drogados todo el día, roban y amenazan a los vecinos”. Hace pocos días, un grupo de las personas que malviven en este instituto ocupado de Badalona atacó de manera muy violenta a un equipo de periodistas de Antena 3, reventándoles la cámara de filmación que llevaban. La idea del Ayuntamiento de Badalona, que ya tiene el contrato firmado con la empresa que debe tirar abajo la edificación para evitar que, cuando se marchen los Mossos, se vuelva a ocupar, es aprovechar en los próximos años el terreno municipal donde hasta hoy ha habido el B9 para construir allí la nueva comisaría de la Guardia Urbana de la ciudad.

Una pugna política contra Albiol

La guerra judicial del alcalde Albiol para llegar hasta el día de hoy, con el desalojo por parte de la policía, ha necesitado también una batalla política. Aunque el alcalde del PP gobierna con mayoría absoluta en el consistorio de Badalona, los grupos políticos de izquierda han criticado duramente las acciones del alcalde, no solo con el caso B9, sino también con los otros asentamientos de okupas que ha ido desmantelando, sobre todo si estaban en terrenos municipales, en los últimos años. El pasado mes de marzo, con agentes de la Guardia Urbana, desalojó a los okupas de la masía municipal de Ca l’Andal, un edificio del siglo XV en desuso desde los años noventa y donde vivían, entre otras personas, grupos de multirreincidentes que actuaban en la zona del área metropolitana de Barcelona.

El alcalde Albiol ha hecho la guerra contra la ocupación, ya sea a gran escala, como el B9, o en pisos en los barrios de la ciudad, su caballo de batalla, presentándose incluso él mismo, y después publicándolo en Instagram, en ocupaciones con conflicto vecinal. Según datos del mismo Ayuntamiento, la Guardia Urbana ha evitado un 50% de las ocupaciones en un año en la ciudad y, al mismo tiempo, también ha anunciado la creación de viviendas públicas en ocho solares municipales. En el año 2024, en la ciudad se denunciaron 741 ocupaciones. El primer semestre de 2025, según datos a los que ha tenido acceso ElNacional.cat, unas 500. Este martes no está previsto que el alcalde se presente en la zona cero, por recomendación de los Mossos, para evitar crispar aún más el ambiente. Desde el Ayuntamiento de Badalona se hará una valoración del dispositivo y de la recuperación del espacio para el inicio del proyecto del nuevo cuartel de la policía de la ciudad.