El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado un “bloqueo total y completo” de todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, una decisión que supone una nueva escalada en la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. El anuncio, hecho el martes por la noche a través de su red social Truth Social, llega en medio de un aumento significativo de la presencia militar estadounidense en la región y de operaciones armadas que ya han provocado decenas de muertes.
Según Trump, Venezuela utiliza los ingresos del petróleo para financiar el narcotráfico y otras actividades criminales. “Venezuela está completamente rodeada por la armada más grande jamás reunida en la historia de América del Sur”, afirmó el presidente, advirtiendo que la presión militar “solo irá a más”. Aun así, todavía no está claro cómo piensa la administración hacer efectivo el bloqueo ni qué cuerpos se encargarán de interceptar los barcos
Escalada en aumento
La medida llega pocos días después de que fuerzas norteamericanas confiscaran un petrolero frente a la costa venezolana que, según el New York Times, transportaba cerca de dos millones de barriles de crudo pesado. El gobierno de Maduro calificó la actuación de “robo descarado” y “acto de piratería internacional”, denunciando una violación grave del derecho internacional.
Desde Caracas, Maduro respondió acusando a los Estados Unidos de intentar colonizar Venezuela para apoderarse de sus riquezas naturales. “Hemos jurado defender nuestra patria absolutamente, y en Venezuela triunfará la paz”, declaró en un acto público. El gobierno venezolano rechazó formalmente el bloqueo, que describió como una “amenaza grotesca e irracional”.
La decisión también ha generado fuertes críticas dentro de los Estados Unidos. El congresista demócrata Joaquín Castro calificó el bloqueo de “acto de guerra indiscutible”, recordando que no ha sido autorizado por el Congreso ni cuenta con el apoyo de la población norteamericana.
¿Cómo han reaccionado los mercados?
En los mercados energéticos, la reacción no se ha hecho esperar. Los precios del petróleo han comenzado a subir ante la posibilidad de una reducción significativa de las exportaciones venezolanas, que podrían caer hasta un millón de barriles diarios si el bloqueo se mantiene. Actualmente, muchos petroleros cargados permanecen en aguas venezolanas para evitar ser confiscados, mientras que un reciente ciberataque ha paralizado los sistemas administrativos de PDVSA, la empresa petrolera estatal.
Aunque algunos buques que transportan crudo venezolano no están sancionados –incluyendo embarcaciones autorizadas de compañías como Chevron–, la incertidumbre es elevada. Mientras tanto, la administración Trump defiende sus acciones como una operación exitosa contra el narcotráfico, a pesar de que una entrevista reciente de la jefa de gabinete, Susie Wiles, ha reforzado la percepción de que el objetivo final es forzar la caída de Maduro.
Con la tensión en aumento, la comunidad internacional observa con preocupación una crisis que amenaza con convertirse en un conflicto abierto con consecuencias regionales y globales.