En Mazda son muy conscientes de que, a diferencia de lo que ocurre con la inmensa mayoría de marcas generalistas, en su caso se encuentra en un terreno de juego ciertamente complicado en las carreteras europeas, entre otras cosas porque su principal rival no es otro que Volkswagen, uno de los fabricantes con mayor cuota de mercado en el viejo continente.

Como ocurre con la marca alemana, los japoneses siempre situar a sus modelos a medio camino entre las marcas generalistas y las marcas premium tanto en lo que se refiere a precio como, sobre todo, en lo que se refiere a la calidad de sus coches, sus motores, su equipamiento de serie, su tecnología y también su diseño, uno de los puntos más a favor de este fabricante desde hace ya muchos años.

 

En este sentido, tan solo hace falta ver una de las grandes apuestas que ha realizado la marca en los últimos tiempos de cara a conquistar las carreteras europeas para darse cuenta de las intenciones de los de Hiroshima. Y es que el nuevo CX-60, un SUV de tamaño compacto con unas dimensiones ya más que notables, puede presumir de ser uno de los mejores en su segmento es lo que se refiere a tecnología.

El Mazda CX-60, un SUV top con etiqueta ECO de la DGT

Los puntos a favor de este modelo es que, evidenciando quemada vuelve a jugar de nuevo otra liga, los japoneses han multado por dotarlo con un motor diésel con transmisión automática que su versión de acceso llega con una potencia de 200 caballos de potencia pero que, además, se asocia a un sistema de micro hibridación ligera para poder así permitir reducir la etiqueta ECO de la DGT. Motor que le permite tener prestaciones muy interesantes a la vez que, evidentemente, ocurre siempre con los diésel, acabar teniendo un consumo menor que el de sus rivales que cuentan con motores de este tipo pero de gasolina.

Más allá de la avanzada propuesta tecnológica de este modelo, uno de los puntos a favor es, como suele ser habitual en la marca japonesa, todo lo que se refiere a su diseño y, además, el equipamiento y las ayudas a la conducción que llegan de serie, que en muchos casos son superiores a buena parte de sus rivales directos.

 

Es cierto que, tal y como podemos ver en quecochemecompro.com, no es un modelo especialmente barato, ya que tiene un precio de partida que superan los 45.000 €. Sin embargo, es un modelo que está varios escalones por encima respecto a opciones muy vendidas en nuestro país de marcas generalistas, y que, de hecho, no tiene precisamente mucho que envidiar algunos modelos de marcas premium a los que aventaja eso si de forma notable en cuanto a precio.