En los últimos días hemos oído mucho hablar del Sáhara Occidental. El giro de timón en el posicionamiento del Gobierno ha generado un avalancha de críticas y opiniones que ha ocupado la agenda mediática de la semana. Pero para entender el conflicto hay que hacer una mirada histórica. ¿Qué está pasando ahora mismo en el Sáhara Occidental y qué cambia la nueva posición de España? Te explicamos algunas de las claves.

El Sáhara Occidental es un territorio que se encuentra noroeste de África y que limita con el Atlántico, Marruecos, Argelia y Mauritania. Ahora mismo viven allí menos de 600.000 habitantes de origen beduino, es decir, con una lengua y cultura diferentes del árabe, y se calcula que más 150.000 personas han huido en las últimas décadas hacia países próximos. Hasta el año 1976 la región fue un protectorado español, pero las autoridades coloniales abandonaron el territorio por la invasión marroquí, denominada la Marcha Verde de Marruecos.

En concreto, en 1970, cuando todavía era español, la ONU aprobó la celebración de un referéndum de autodeterminación. En un principio, el régimen franquista se negó, pero cuatro años más tarde, después de la gran presión que recibió del Frente Polisario, el movimiento que luchaba por la independencia, cedió y convocó una votación para el año siguiente, 1975. Sin embargo, en aquel periodo de preparación, España recibió varios ataques diplomáticos por parte de Marruecos, que se oponía a la consulta, y se generaron numerosas guerrillas en el territorio. En este contexto, el régimen franquista decidió descolonizar el territorio.

Entonces empezó una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario, a quien la ONU considera el representante legítimo del pueblo saharaui y que va del brazo de Argelia. Los dos frentes se disputan el Sáhara Occidental porque tiene grandes minas de fosfato, reservas de gas, petróleo y uranio y salida al mar. La guerra duró hasta 1991, cuando se pactó un alto el fuego y un referéndum de autodeterminación, que nunca se ha hecho efectivo. Ahora mismo, el territorio está dividido literalmente en dos: la costa es de Marruecos, mientras que la parte interior es del Frente Polisario. Les separa este un gran muro.

Desde 2007 Marruecos quiere convertir el Sáhara en una autonomía, una propuesta aprobada por Alemania, Francia y los Estados Unidos. España, hasta ahora, había defendido la autodeterminación del pueblo saharaui, pero ahora ha cambiado la postura. Una decisión que no ha gustado a los argelinos.

¿Qué dice ahora España?

Ahora, inesperadamente, Pedro Sánchez ha enterrado la independencia. El presidente del Gobierno ha cedido ante Marruecos y ha defendido que el plan de autonomía para el Sáhara Occidental presentado por las autoridades marroquíes el año 2007 es "la base más seria, creíble y realista" para alcanzar una solución al conflicto". Así consta en una carta enviada al rey Mohamed VI que el Gabinete Real marroquí ha difundido, donde Sánchez da un giro radical sin precedentes en la posición neutral mantenida finos ahora por los diferentes gobiernos españoles en esta disputa territorial.

Se trata de la primera vez que el estado español da apoyo a la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental, cosa que ha provocado una profunda indignación en el Frente Polisario. "Sánchez sucumbe a la presión, el chantaje y la manipulación de Marruecos," ha ha asegurado el delegado del Polisario en España, Abdulah Arabi. Arabi ha tildado el aval español en la autonomía del Sáhara de "peaje" que el Estado ha tenido que pagar para reanudar las relaciones políticas y diplomáticas con el país de Mohamed VI. Ha afirmado que el Gobierno hace años que intenta "gustar constantemente en Marruecos", jugando con una "ambigüedad" a que no le corresponde como "potencia administradora" de un territorio pendiente de descolonización.