Caracas ha intensificado este fin de semana los entrenamientos militares y de milicias populares ante lo que el gobierno de Nicolás Maduro considera una “amenaza directa” de los Estados Unidos, país que mantiene desplegados ocho barcos de guerra y un submarino nuclear en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico. El presidente venezolano ha hecho un llamamiento a reservistas, jóvenes y civiles a acudir a los cuarteles para recibir instrucción y “aprender a disparar” para la defensa del territorio. La ofensiva de entrenamiento, bautizada “Plan Independencia 200”, incluye maniobras en 312 unidades militares y la movilización de 25.000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional en zonas fronterizas con Colombia y el Caribe. Maduro ha asegurado que todas las armas del Estado, “fusiles, tanques y misiles”, están en alerta.
La jornada llega después de que el gobierno denunciara el viernes un incidente con un destructor norteamericano, que, según Caracas, habría retenido durante ocho horas una embarcación de pescadores venezolanos dentro de su Zona Económica Exclusiva. El ministro de Exteriores, Yván Gil, acusó a Washington de “provocar una escalada bélica” y difundió un comunicado de tres páginas condenando la actuación.
Mensajes de resistencia y preparación
Varios miembros del gobierno participaron en los ejercicios. El ministro de Interior, Diosdado Cabello, instó a los ciudadanos a una “defensa implacable” y a “resistir activamente” ante cualquier agresión. Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, denunció “una guerra psicológica brutal” contra Venezuela y afirmó que el país está dispuesto a “dar la vida” para defender su soberanía. El gobierno venezolano sostiene que se encuentra en una fase de “lucha no armada”, pero se prepara para “una lucha armada” en caso de una intervención.
Movilización ciudadana masiva
Según imágenes difundidas por la televisión estatal, centenares de personas se han presentado este sábado en centros militares venezolanas para participar en las actividades de formación. Muchos de los participantes son milicianos, reservistas y trabajadores de instituciones públicas, aunque también hay voluntarios civiles sin experiencia previa. El gobierno impulsa un proceso de inscripción masiva a la Milicia Nacional Bolivariana, que según datos oficiales ya cuenta con 8,2 millones de miembros registrados después del proceso presencial de agosto. Con la apertura de una plataforma virtual para la inscripción permanente, Caracas espera incrementar todavía más el número de ciudadanos dispuestos a sumarse a esta fuerza paralela al Ejército regular.
Estas medidas, afirma Maduro, tienen como objetivo “garantizar la independencia y la paz” del país ante las tensiones con Washington, ya que los Estados Unidos han reforzado su presencia militar en la región con barcos, aviones de combate y un submarino nuclear. La Administración Trump acusa a Maduro de estar vinculado al Cártel de los Soles, considerado por Washington como una organización de narcotráfico y terrorismo, y ha ofrecido 50 millones de dólares de recompensa por información que facilite su captura.