El ataque orquestado por la Casa Blanca este martes contra una embarcación venezolana que, según Donald Trump, transportaba droga a Estados Unidos, ha generado una gran indignación en el régimen de Nicolás Maduro. El presidente de Venezuela ha asegurado este miércoles que la "nueva embestida" de Washington será contrarrestada mediante la unión popular, policial y militar. "Venezuela está de pie y así seguirá, con serenidad y fe inquebrantable en la victoria," ha aseverado el líder chavista durante un acto de conmemoración de los 80 años de la "gran victoria china" contra la invasión japonesa. Maduro ha aprovechado el acontecimiento para estrechar los lazos con Pekín, haciendo paralelismos históricos con la actualidad y tildando a EE.UU. de "la mayor amenaza militar del siglo". "Este reconocimiento evidencia el apoyo de Venezuela en favor de la lucha antifascista", ha exclamado Maduro, que ha celebrado la "profunda amistad" de Caracas con el pueblo chino. El mandatario también ha querido destacar la "resistencia ante cualquier agresión, represión o invasión militar" propia tanto del pueblo venezolano como de su socio asiático.
En las últimas horas también se ha pronunciado Diosdado Cabello, ministro de interior venezolano, que ha expresado su desconfianza con respecto a la versión que proporciona la Casa Blanca de los hechos. "Primero dijeron que era un barco, no este pesquero que encontraron", ha lanzado el número dos del régimen, que ha puesto el foco en los interrogantes sin respuesta del caso. "¿Dónde está la gasolina de este pesquero? Nosotros hemos detenido mucho narcotráfico; todas estas lanchas transportan más gasolina que drogas para no quedarse en alta mar. Aquí no se ve la gasolina", ha observado Cabello, convencido de que no caben 11 personas —las que Washington dice que ha eliminado— en aquella embarcación. Según el ministro, el ataque es una farsa orquestada por EE.UU. con un trasfondo premeditado: forzar un cambio de régimen en el país. O, en sus palabras, "acabar con la revolución bolivariana sea como sea".
Washington habla de una "operación a largo plazo por tierra, mar y aire"
Las afirmaciones de Cabello contrastan con la versión que Trump reiteró este miércoles en el Despacho Oval. "Tenemos grabaciones de ellos hablando de cómo traían la droga a EE.UU. para matar a mucha gente", aseguró el republicano. "Todo el mundo lo entiende: se ven las bolsas de droga en el barco que impactamos", añadió, defendiendo el ataque como medida disuasiva y necesaria. En la misma línea, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que "no se trata únicamente de este ataque", sino del inicio de una operación a largo plazo en el Caribe que se desarrollará por tierra, mar y aire. "Nicolás Maduro, mientras considera si quiere seguir siendo un narcotraficante, tiene decisiones pendientes de tomar", concluyó. Cabe decir que, en los últimos meses, el dirigente venezolano se ha intentado mostrar como un líder pacificador delante a las Naciones Unidas, haciendo numerosos llamamientos al secretario general, Antonio Guterres, para que intervenga forzando la retirada de las tropas norteamericanas instaladas en el Caribe. Sus demandas han sido respondidas con el ataque ordenado por Trump a la lancha y el subsecuente episodio de tensiones. Ahora, Guterres se ha limitado a expresar su "profunda preocupación" por la escalada y a recordar que este tipo de diferencias se tienen que resolver cumpliendo con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, aunque ha evitado pronunciarse sobre la legalidad del ataque norteamericano. En su lugar, se ha limitado a recordar la complejidad de la lucha contra el tráfico de drogas: "Todos sabemos que el negocio transnacional de drogas supone una gran amenaza para la región", ha observado.
Las tensiones no disminuyen en el Caribe
Durante las últimas semanas, las tensiones han crecido en el mar del Caribe después del despliegue de destructores por parte de EE.UU. Maduro ha interpretado este movimiento como una grave amenaza a la seguridad de Venezuela, y ha respondido haciendo un llamamiento nacional al alistamiento militar en la Milicia Bolivariana, una facción de la Fuerza Armada Nacional compuesta por civiles, trabajadores públicos y militares retirados. Largas jornadas de inscripción se mantienen instaladas en las principales plazas del país, como parte de una ambiciosa campaña que incluso ha recurrido a la inteligencia artificial para revivir figuras patrióticas como Francisco de Miranda, que ahora aparece en vídeos instando a los venezolanos a sumarse a la milicia. Por su parte, la actual administración norteamericana ha vinculado el gobierno de Nicolás Maduro con organizaciones criminales como el Tren de Aragua o el Cartel de los Soles. Washington elevó recientemente la recompensa por cualquier información que conduzca a la captura de Maduro hasta los 50 millones de dólares, una cifra superior a la que se llegó a ofrecer por Osama bin Laden. El dirigente chavista ha descartado todas estas acusaciones, que tilda de "historias de Netflix", y ha sugerido a la Casa Blanca que se centre en el Pacífico, "que es por donde sale el 87% del flujo del narcotráfico".