Desde la invasión rusa en Ucrania, casi 8 millones de ucranianos se han marchado de su país huyendo de la violencia de la guerra. Algunas de las personas que se marcharon del país al inicio de la guerra, empezaron a devolver ocas semanas después, este fenómeno se ha mantenido los últimos meses, cuando algunos refugiados han tomado la decisión de volver a su país a pesar de la guerra. Ahora, las autoridades ucranianas han pedido a los millones de ciudadanos que todavía están fuera de Ucrania que no vuelvan este invierno, ya que se espera una grave crisis energética que provocada por los últimos ataques del ejército ruso.

"Les pido que no vuelvan" porque la situación solo empeorará, ha alertado la vice primera ministra, a Irina Vereshchuk, según recoge El País. Los últimos días, Rusia ha puesto en su punto de mira las infraestructuras eléctricas de Ucrania, las cuales ha bombardeado repetidamente sirviéndose de todo tipo de armas, incluidos los drones kamikaze. "Necesitamos sobrevivir en invierno. Desafortunadamente, la red no soportará lo que Rusia está haciendo. (…) Si hay una oportunidad, que de momento se queden a pasar el invierno en el extranjero", ha remarcado Vereshchuk.

Un acoso constante desde el 10 de octubre

"Desde el 10 de octubre, el 30% de las centrales eléctricas de Ucrania han sido destruidas, provocante apagas masivas en todo el país", declaró hace una semana al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. En otras palabras, Ucrania está a punto de empezar un invierno sin casi un tercio de sus centrales eléctricas. En el pasado, Ucrania fue una gran exportadora de energía conectada a la red europea. Ahora Kyiv prepara a su población para futuras restricciones de electricidad. Desde el gobierno se ha advertido que los ciudadanos se tienen que preparar para "apagones permanentes" y la gente tendrá que ahorrar energía.

Hay que recordar que se trata de un país donde en los meses más fríos del año la temperatura puede bajar hasta los -10 °C y -20 °C. Las zonas más afectadas son a las primeras líneas del frente, como el Donbass, donde ya no hay suministro de gas para los apartamentos. Las prioridades ante la escasez de energía más extrema son los hospitales y los stios militares que tengan generadores de seguridad, no los edificios residenciales.

Rusia justifica sus ataques argumentando que se trata de infraestructuras estratégicas y, por lo tanto, son objetivos legítimos de su ejército. Sin embargo, los últimos ataques rusos no solo han impactado hacia este tipo de infraestructuras, sino que también han golpeado edificios civiles, provocando a varios muertos.