Sébastien Lecornu ha dejado la puerta abierta a una nueva dimisión si “las condiciones no se cumplen” para poder gobernar con libertad. En declaraciones publicadas por La Tribune, el primer ministro francés ha advertido que no piensa mantenerse al frente de un gobierno bloqueado. Lecornu ya renunció al cargo el lunes, después de solo 27 días de mandato, pero el presidente Emmanuel Macron lo nombró jefe de gobierno de nuevo. Una vez ha vuelto a aceptar sus funciones, el mandatario ha remarcado que el nuevo ejecutivo debe tener capacidad para actuar y debe estar integrado por personas independientes, aunque provenientes de diferentes sensibilidades. Este sábado, durante su primera aparición pública desde el anuncio de su nombramiento, ha expresado el deseo de formar un gobierno "libre" y con perfiles "no aprisionados por los partidos".
Lecornu no ha tenido ningún respiro en las primeras horas de su segundo mandato como primer ministro de Francia. Con la presión de confeccionar un nuevo equipo ministerial antes del lunes, el dirigente se ve asediado por una oposición que ya amenaza con derribarlo en una moción de censura. Rebautizado por la prensa como “Sébastien Lecornu II”, el regreso del mandatario de 39 años a Matignon no ha sido bien recibido por varios sectores del arco parlamentario, incluso dentro de la mayoría presidencial. Con un tono irónico, Lecornu ha respondido a las críticas señalando que “no había muchos candidatos, para ser completamente transparentes”, subrayando la dificultad del momento y la falta de alternativas dentro de su propio espacio político.
Para cumplir con el calendario parlamentario y garantizar que el presupuesto de 2026 sea aprobado antes del 31 de diciembre, Lecornu debería anunciar su nuevo gobierno en las próximas horas y, teóricamente, reunirlo en un Consejo de Ministros el lunes. Sin embargo, este plazo podría no cumplirse, ya que Macron tiene previsto viajar ese mismo día a Egipto para apoyar la puesta en marcha del acuerdo de paz entre Israel y Hamás promovido por Estados Unidos. Ante esta circunstancia, se barajan dos opciones: adelantar la reunión del Consejo de Ministros al fin de semana o mantenerla el lunes con algún formato excepcional. Sea como fuere, la urgencia es máxima, dado que Francia se encuentra en una situación de bloqueo institucional desde mediados de 2024, cuando Macron convocó elecciones legislativas anticipadas en medio de la sorpresa general, lo que ha afectado gravemente al ritmo económico del país.
El debate de las pensiones
Uno de los aspectos que ha generado más conflicto en la Asamblea Nacional durante los últimos meses ha sido la reforma de pensiones, que eleva la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. En este sentido, Lecornu ha explicado a la prensa que una revisión de la medida no es descartable. Esta flexibilización es una de las exigencias centrales del Partido Socialista, que puede ser decisivo para garantizar la supervivencia del nuevo ejecutivo en la Cámara Baja. Sin el apoyo, o por lo menos la abstención, de los socialistas, Lecornu podría correr la misma suerte que Michel Barnier y François Bayrou, los últimos primeros ministros que fueron tumbados poco después de su nombramiento. "Tendremos ocasión de hablar sobre este tema", ha declarado el jefe de gobierno, que ha matizado que cualquier debate debería tener lugar en un "contexto realista", teniendo en cuenta los límites presupuestarios actuales.