El presidente ruso, Vladímir Putin, ha cancelado su asistencia a la cumbre de los países BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— que se celebrará el mes de agosto en Johannesburgo para evitar ser detenido por crímenes de guerra. Así lo ha confirmado este miércoles su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa. La decisión responde al hecho de que Sudáfrica es miembro del Tribunal Penal Internacional, organismo que el marzo pasado emitió una orden de detención sobre Putin al acusarlo de la deportación ilegal de niños desde áreas ocupadas de Ucrania hacia Rusia. Según ha informado Ramaphosa, la decisión se ha tomado de forma conjunta, y será el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien viajará a la cumbre en representación de Rusia.

Sudáfrica, en el ojo del huracán

Sudáfrica, que acogerá la cumbre de los BRICS entre el 22 y el 24 de agosto en Johannesburgo, estaba en el punto de mira después de que el pasado mes de marzo confirmara la asistencia de Putin a las reuniones, a pesar de la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Además, Cyril Ramaphosa, ha reconocido que al país se le presentaban "serios problemas" ante la ejecución del orden de detención y que un arresto de Putin supondría "una declaración de guerra" por parte de Rusia. "Sería un ejercicio imprudente, inconstitucional e ilegal de los poderes conferidos al gobierno declarar la guerra en Rusia arrestando al presidente Putin", ha asegurado.

Como estado miembro de la CPI, Sudáfrica está obligada a cooperar en el arresto de Putin, aunque hasta ahora habían evitado revelar su actuación si el mandatario ruso aterrizaba en su territorio. "Sería contrario a nuestra Constitución arriesgarse a entrar en guerra con Rusia", ha afimado Ramaphosa. Sudáfrica asegura haber adoptado una postura neutral sobre la guerra de Rusia contra Ucrania, y ha pedido diálogo y diplomacia para poder resolver el conflicto. Esta posición no está solo vinculada en el papel estratégico, político y económico que Moscú tiene en algunos países de África, sino también a motivos históricos, como el apoyo ruso a los movimientos anticoloniales y de liberación del siglo XX, como la lucha contra el régimen segregacionista del "apartheid".

Rusia niega la amenaza de guerra

El Kremlin ha salido a desmentir los rumores sobre que haya advertido Sudáfrica de entrar en guerra si Putin fuera detenido. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha salido al paso y ha negado este extremo en su rueda de prensa telefónica diaria. "No, eso no se ha dicho. No se le ha dado a entender nada a nadie", ha afirmado Peskov al ser preguntado sobre la declaración de Ramaphosa. Sin embargo, ha puntualizado que "todos en este mundo saben perfectamente qué significa intentar acciones contra el jefe de Estado ruso".