Entre las devastadoras consecuencias que tiene la invasión rusa de Ucrania está el hecho de que ha empujado a 6,3 millones de ucranianos a buscar refugio en otros países, según datos de ACNUR. La misma agencia de la ONU hizo una encuesta el pasado julio que mostraba que entre los refugiados ucranianos el 18% querrían tronar en el país en los próximos meses, un 62% volverían cuando se den las condiciones de seguridad y estabilidad necesarias y el 20% no se mostraba inclinado a volver. Estos datos muestran un problema inmenso que marca el futuro de Ucrania: la crisis demográfica. En declaraciones recogidas por El País, Ella Libanova, directora del Instituto de Demografía y Estudios Sociales de Ucrania (IDSS), advierte: "La situación será muy mala, mucho peor de lo que nadie se pueda imaginar". Es una posibilidad muy real que en los próximos años Ucrania empiece a perder cada vez más población.

El deseo de Libanova es que devuelvan entre el 50% y el 60% de los refugiados ucranianos, sin embargo, las previsiones del IDSS no auguran que se cumpla este deseo. El Instituto ha previsto que de cara al 2033 el país tenga una población de entre 26 y 35 millones de habitantes. Tomando la media de esta horquilla, 30 millones, significaría un 42% menos de población que la que tenía el país el año 1991, cuando eran 52 millones. Todo deja un escenario de la reconstrucción del país después de la guerra extremadamente complicado.

Niños ucranianos en Rusia

Los defensores ucranianos de los derechos humanos piden a la comunidad internacional que aumente la presión sobre Rusia en un esfuerzo por volver miles de niños ucranianos deportados, que están siendo adoctrinados y adoptados en Rusia. "La situación es muy difícil y el tiempo corre en contra nuestra", ha denunciado a EFE Katerina Rashevska, abogada del Centro Regional Ucraniano de Derechos Humanos.

Hasta ahora solo 387 niños han sido devueltos en Ucrania, según datos del gobierno ucraniano. Según las autoridades ucranianas, al menos 19.546 niños han sido secuestrados. Hace más de un mes, Rashevska y otros miembros de la coalición de derechos humanos Ucrania, pidieron a la Corte Penal Internacional (CPI) que amplíe las órdenes de arresto que el alto tribunal de la ONU emitió contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y su comisionada para los Derechos de los Niños, a Maria Lvova-Belova, por la deportación ilegal de niños desde territorio ucraniano. El objetivo es que se incluya a las órdenes su responsabilidad para obstaculizar la repatriación de los niños. Sin embargo, hasta ahora, no ha habido ninguna reacción, según Rashevska.