El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha lanzado este viernes una dura advertencia contra la ola de bombardeos que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos están llevando a cabo desde principios de septiembre sobre embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y en el Pacífico, operaciones que han dejado más de 60 muertos en total. “Estos ataques, y su coste humano creciente, son inaceptables”, ha dicho. Según Türk, las acciones de la Casa Blanca violan el derecho internacional y constituyen ejecuciones extrajudiciales, ya que “no hay ninguna justificación legal” que ampare el uso de fuerza letal indiscriminada contra las personas que viajan a bordo de estas supuestas narcolanchas. En un comunicado contundente, el Alto Comisionado ha exigido a la administración de Donald Trump que las detenga de manera inmediata y garantice el respeto a los derechos fundamentales de los sospechosos, “independientemente de los presuntos delitos que se les imputen”.

La ONU ha rechazado de plano la argumentación de Estados Unidos, que alega actuar contra las drogas y el terrorismo para justificar los bombardeos, e insiste en que no se puede hablar de ningún escenario de conflicto armado que legitime este tipo de operaciones militares. Según ha explicado la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, Türk ya ha comunicado formalmente esta posición a las autoridades estadounidenses. La ONU considera que no hay ninguna hostilidad declarada ni un contexto bélico que permita aplicar el derecho de los conflictos armados y ha recordado que, en ausencia de una guerra, las acciones estatales deben regirse por las normas internacionales de los derechos humanos. En este marco legal, el uso de la fuerza letal sólo es lícito como último recurso y ante una amenaza inmediata contra la vida. Cualquier otra situación, como la que se está produciendo actualmente, constituye una violación del derecho a la vida y, por lo tanto, ejecuciones extrajudiciales, según Shamdasani.

El Alto Comisionado ha remarcado que Estados Unidos tiene “la obligación” de respetar el derecho internacional, también en el marco de la lucha contra el narcotráfico, y ha subrayado que ninguna de las personas que viajaban a bordo de las embarcaciones atacadas “parecía representar una amenaza inminente para la vida de otras personas”. “Según la escasa información proporcionada públicamente por las autoridades estadounidenses, no hay ningún indicio que permita justificar estas ejecuciones bajo el derecho internacional”, ha indicado el organismo. Por eso, la ONU ha reclamado a Washington una investigación inmediata, imparcial y transparente de los hechos, que tendría que ser liderada por las mismas instancias jurisdiccionales estadounidenses. “Investigar estas muertes no es una opción, es una obligación”, ha insistido Türk, que aunque reconoce la gravedad de la problemática del tráfico de drogas, ha recordado que los tratados internacionales —también ratificados por Estados Unidos— establecen que este tipo de operaciones tienen que limitarse a acciones policiales, como la intercepción legal de embarcaciones o la detención de los sospechosos, y no a bombardeos con consecuencias mortales.