El ejército de Estados Unidos ha matado a 14 supuestos narcotraficantes en cuatro nuevos bombardeos contra narcolanchas venezolanas en aguas del Pacífico Oriental. Según ha confirmado este martes el secretario de Guerra, Pete Hegseth, estos cuatro ataques se produjeron todos en un mismo día, el lunes. Hegseth ha asegurado que en el ataque de la primera embarcación han matado a ocho narcoterroristas, cuatro en la segunda y en la tercera han muerto dos de los tres que iban a bordo, uno ha sobrevivido. Sobre la cuarta lancha bombardeada no ha especificado nada. “Ayer, bajo la dirección del presidente Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo tres ataques cinéticos letales contra cuatro barcos operados por organizaciones terroristas designadas (DTO) que traficaban con estupefacientes en el Pacífico oriental”, ha confirmado Hegseth en su cuenta oficial de X. “El Departamento ha pasado más de dos décadas defendiendo otras patrias. Ahora, nosotros estamos defendiendo la nuestra. Estos narcoterroristas han matado a más estadounidenses que Al Qaeda, y serán tratados de la misma manera. Los rastrearemos, los conectaremos en red y después los cazaremos y los mataremos”, ha concluido el comunicado.

Pete Hegseth parece haber tomado el relevo de Trump como portavoz de anunciar los ataques a narcolanchas venezolanas, que con este ya son 10 bombardeos contra embarcaciones en el océano Pacífico, que se han saldado con 41 muertos. Este nuevo golpe suma otro escalón a las tensiones entre EE.UU. y Venezuela y Colombia, cuyos líderes han sido acusados por Trump de promover el narcotráfico. Washington ha ordenado uno de los despliegues militares en el Caribe más grande de los últimos años. A los buques militares, el submarino, el destructor y los aviones de combate, que ya se encuentran allí, se suma el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno e importante de la flota estadounidense, que el Pentágono ordenó desplegar el pasado viernes y está en camino. El despliegue, impulsado directamente por la administración de Donald Trump, llega en plena campaña de ataques a narcolanchas en alta mar, y después de advertencias del mismo presidente de que estos operativos podrían extenderse también a objetivos en territorio terrestre.