Camiseta del pijama empapada, un aire que no se refresca ni con un ventilador toda la noche y sudar fuerte justo después de ducharse. Una ola de calor extrema ha golpeado el sur de Europa, con temperaturas que han llegado hasta los 46 °C en España y han puesto casi todo el territorio de la Francia continental en alerta. Este fenómeno se ha intensificado por la contaminación causada por los combustibles fósiles, y afecta especialmente a Portugal, España, Francia, Italia y Grecia. Se trata de la primera gran ola de calor del verano en la región.
Las autoridades de varios países han emitido alertas sanitarias y han movilizado equipos de bomberos para evitar incendios forestales. En Turquía, más de 50.000 personas han sido evacuadas a causa de los fuegos, según las autoridades de emergencia. António Guterres, secretario general de la ONU, ha declarado que estas temperaturas extremas ya no son acontecimientos raros, sino que se han convertido en la nueva normalidad.
Europa sufre las altas temperaturas
En Portugal, se ha registrado una temperatura de 46,6 °C en Mora, posiblemente la más alta en un mes de junio. En España, en El Granado (Andalucía), se ha llegado a los 46 °C, rompiendo el récord de junio establecido en 1965 en Sevilla. El domingo fue el 29 de junio más cálido registrado desde 1950, y se prevé que el calor dure hasta el jueves.
En Francia, por primera vez, casi todo el país está bajo alerta naranja por calor. El gobierno ha recomendado a las empresas adaptar los horarios laborales para proteger a los trabajadores y ha cerrado parcial o totalmente 200 escuelas. El primer incendio forestal importante del verano ha afectado al suroeste del país, quemando 400 hectáreas y provocando evacuaciones.
Italia también se encuentra en situación crítica, con 21 de las 27 ciudades principales bajo alerta máxima. Las hospitalizaciones en zonas como la Toscana han aumentado un 20%, y se recomienda evitar salir entre las 11 h y las 18 h. Los médicos alertan de que la combinación de días calurosos y noches cálidas pone mucha presión sobre el cuerpo humano.
Más en el norte, Alemania también está en alerta por riesgo de incendios, con restricciones de extracción de agua en algunas ciudades y temperaturas que se aproximan a los 40 °C. En Brandeburgo, las empresas tienen que garantizar condiciones seguras para los trabajadores. En Reino Unido, se prevé que Londres llegue a los 34 °C, y se dan recomendaciones especiales para los trabajadores en el exterior, especialmente durante acontecimientos como Wimbledon y el festival de Glastonbury.
Unos fenómenos cada vez más intensos
La Federación Internacional de la Cruz Roja está ayudando en varios países, proporcionando agua y asistencia a colectivos vulnerables. Las temperaturas extremas se asocian a medio millón de muertos anuales por todo el mundo, especialmente entre personas mayores y enfermos crónicos. El calor actual está provocado por uno "cúpula de calor", un sistema de presión alta que atrapa aire caliente, agravado por una ola de calor marina que ha elevado la temperatura del Mediterráneo hasta 5 °C por encima de la media.
Los científicos advierten de que estos fenómenos serán más habituales y más intensos, a medida que el planeta se calienta. Las estimaciones apuntan a que el calor excesivo podría causar entre 8.000 y 80.000 muertos adicionales anuales en Europa antes de finales de siglo. Guterres ha afirmado que ningún país es inmune y ha instado a actuar urgentemente contra el cambio climático.