Las organizaciones de ayuda humanitaria que trabajan a Gaza han dicho que exigen que el ejército de Israel mejore y cumpla con los procedimientos de seguridad destinados a mantener seguros a sus trabajadores, después de los ataques aéreos israelíes que han matado a los siete miembros de un convoy de trabajadores humanitarios de World Central Kitchen (WCK).

"Lo que ha pasado es, por encima de todo, una tragedia, pero me sorprendería que la coordinación con las fuerzas de Israel continúe de la misma manera que lo hizo en el pasado", ha dicho un trabajador humanitario de una organización que habría pedido no ser identificada, según destaca el The Guardian. Así, habrían dicho que su organización presionaba constantemente para mejorar el sistema de solución de conflictos, incluidas mejores líneas de comunicación y pedido y control dentro del ejército israelí.

Un segundo alto funcionario de ayuda de una organización diferente ha dicho que oía que los ataques contra los trabajadores humanitarios se debían a "una laguna en la cadena de mando dentro del ejército israelí".

"Hacemos eso en todas partes del mundo: cada vez que nos adentramos en una zona peligrosa, nos coordinamos para eliminar el conflicto con el ejército a cargo. Estamos haciendo nuestro trabajo. Lo que tiene que hacer el ejército israelí es respetar las leyes de la guerra", han dicho.

World Central Kitchen se había coordinado con el ejército

WCK ha dicho en un comunicado después del incidente que el convoy había coordinado sus movimientos con el ejército israelí, pero fue atacado en una carretera costera cuando salía de un almacén en Deir al-Balah, al sur de la ciudad de Gaza.

"El sistema de solución de conflictos funciona si Israel así lo desea. Queremos que Israel cumpla el sistema existente, donde les notificamos y no nos golpean," ha dicho Bushra Khalid, asesora política de Oxfam para los territorios palestinos ocupados.

Israel promete investigar

Las autoridades israelíes, incluido el primer ministro, Benjamin Netanyahu, calificaron los ataques al convoy del WCK como "no intencionales" y prometieron investigar. Pero el ataque generó temores e inseguridad entre los grupos de ayuda que trabajan en Gaza. Múltiples organizaciones, incluida WCK, han cesado sus operaciones alegando riesgos para la seguridad de los trabajadores, restringiendo todavía más la ayuda en un momento en que la autoridad mundial en seguridad alimentaria cree que el hambre es inminente, si es que ya no está pasando, en el norte de Gaza.